En el medio de la guerra en Medio Oriente, Estados Unidos, Francia y otros aliados pidieron ayer, de forma conjunta, un alto en el fuego inmediato de tres semanas para permitir que se lleven a cabo negociaciones durante el conflicto entre Israel y el grupo político-paramilitar Hezbollah, que ya suma más de 600 muertes en Líbano en los últimos días.
En este contexto, el comunicado que salió en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, asegura que los últimos enfrentamientos son “intolerables y presentan un riesgo inaceptable de una escalada regional más amplia”. “Pedimos un cese del fuego inmediato de 21 días en la frontera entre el Líbano e Israel para dar espacio a la diplomacia”, remarcan en el escrito. No solo esto, sino que agregan que les piden a todas las partes, incluidos a los gobiernos de ambos países, que respalden inmediatamente el cese del fuego temporal.
Cabe destacar que todavía no se expresaron al respecto de ninguna de las partes: ni desde el Gobierno de Israel, ni desde el del Líbano, ni desde Hezbollah. De todas formas, algunos funcionarios estadounidenses importantes aseguraron que todos los sectores saben del llamado al cese del fuego y que se expresarían en las próximas horas.

Si bien creen que Hezbollah no aceptaría el alto el fuego, aseguran que el Gobierno del Líbano negociaría con el grupo, que terminaría accediendo. Además, agregaron que esperan que Israel reciba favorablemente la propuesta y tal vez la acepte formalmente cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se exprese ante la Asamblea General mañana.
Finalmente, cabe destacar que el llamado al cese del fuego sólo aplica a la frontera entre Israel y Líbano. Sin embargo, los funcionarios del país norteamericano pretenden aprovechar esa posible pausa de 21 días para retomar las negociaciones frenadas que buscan un alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes entre el grupo terrorista Hamás y los israelíes.