El Gobierno avanzó con el cierre total del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, que actualmente aloja pacientes y en lo que va del año llevó a cabo la atención de 25 mil personas.
Desde el Hospital Laura Bonaparte anunciaron la suspensión total de las guardias y las internaciones este fin de semana y el lunes siguiente saldría el comunicado oficial sobre la clausura definitiva del centro de atención de salud mental nacional.
La inesperada noticia le llegó a los 612 trabajadores del hospital de parte del director de la institución, Cristian Baldino, que les comunicó este viernes la medida.
Pero lo que genera más preocupación es qué pasará con los pacientes internados. El Hospital, que depende del Gobierno nacional está ubicado en la calle Combate de los Pozos 2133, en el barrio porteño de Parque Patricios, funciona las 24 horas, los 365 días del año atendiendo cuadros de salud mental.
El Laura Bonaparte es el único Hospital Nacional dedicado a la atención de Salud Mental y Consumos Problemáticos. En el marco de la Ley Nacional de Salud Mental promulgada en 2010, el Hospital reconvirtió su atención para incorporar los consumos problemáticos.

Los trabajadores, ante la abrupta noticia, organizaron una asamblea en las inmediaciones del hospital en la que resolvieron permanecer en sus puestos de trabajo e invitaron a la comunidad y a los demás profesionales de la salud a sumarse al reclamo.
Uno de sus trabajadores, el psiquiatra Nicolás Oliva, explicó que "es un lugar donde se trabaja con equipos interdisciplinarios, se acompaña a gente que generalmente está en muy malas condiciones de vida, muy desamparados, gente en situación de calle. La gente que no recibe atención en ningún lado, en general, acá en el Bonaparte reciben cuidados y a compañamientos", en diálogo con El Destape.
El cierre del Hospital Laura Bonaparte llega junto a que el financiamiento para la Salud pública flaquea. Además, se enmarca en el proyecto de Ley que el diputado Oscar Agost Carreño, de Hacemos Coalición Federal, presentó en el Congreso para modificar la actual Ley de Salud Mental actual.
Respaldo de los diputados Miguel Ángel Pichetto, Ricardo López Murphy, Florencio Randazzo, Nicolás Massot, Margarita Stolbizer, Carlos Gutiérrez, Alejandra Torres, Francisco Morchio, Ignacio García Aresca y Jorge Ávila, el proyecto es un segundo embate a la Ley Nacional de Salud Mental, después de que en diciembre de 2023, tras la asunción de Milei, el oficialismo presentara modificaciones dentro de la Ley Ómnibus, que al final se cayeron.
En ese borrador que no vio la luz, los cambios en la manera de abordar la Salud mental generaban polémica, ya que la modificación planteaba volver a legalizar las internaciones involuntarias bajo la potestad de un juez, con el paciente representado por un abogado.
"Las modificaciones que se proponían a esta ley son una vuelta atrás a políticas anteriores al 1900 con un modelo de manicomio y de judicialización, donde ya no es el equipo el que decide en función de la evaluación, sino un juez sin ningún tipo de formación en salud mental", había explicado la presidenta del colegio de psicólogos de Córdoba Nora Galán para el diario La Voz.