Tras conocerse el dato de inflación de septiembre (3,5%, según el INDEC), Luis Caputo salió a festejar la cifra, aseguró que se trata del registro más bajo desde noviembre de 2021 y apuntó que “el proceso de desinflación continúa y el rumbo de ortodoxia fiscal y monetaria no cambiará”.
La inflación núcleo registró una desaceleración, alcanzando el 3,3%. Caputo señaló que estos datos refuerzan la "profundización del proceso de desinflación" promovido por Milei, y destacó que las medias móviles a 3 y 6 meses siguen en descenso, con promedios mensuales del 3,9% y 4,9%, respectivamente.
Pero más allá de los festejos habituales de Caputo, la realidad de los argentinos en las góndolas es bastante diferente. Con la inflación interanual del 209%, la pérdida del poder adquisitivo sigue siendo el principal problema que enfrentan los argentinos en su día a día. La caída del consumo y los salarios congelados, siguen estando entre los principales desafíos de la era Milei.
En paralelo, este jueves el Indec difundió la Canasta Básica para septiembre. Según arrojó el estadístico una familia tipo de cuatro personas necesitó un total de $964.619 para no caer en la pobreza. Del mismo modo, para no caer en la indigencia, una familia necesitó $428.719.
De esta manera, la Canasta Básica Total, que se utiliza para calcular el monto necesario para no ser pobre, se incrementó un 2,6% respecto del mes anterior y lleva un aumento del 202% interanual y en lo que va del 2024 acumula un de 94,6%.
Lo mismo pasó con la Canasta Básica Alimentaria, que contabiliza bienes de primera necesidad y se utiliza para calcular el monto para no ser indigente. Esta subió 1,7% en el mes y un 189,9% con respecto al mismo mes de 2023. Además, lleva un 78,1% en el año.