Tras un crítico 2023 para el sector avícola tras la detección de gripe aviar en nuestro país y el cierre de exportaciones que eso supuso, la industria del pollo comenzó a tomar vuelo nuevamente.
Según el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), cámara que concentra el grueso de las compañías del rubro, los embarques de pollos crecieron en los primeros nueve meses del año un 8,8% respecto al mismo período del año anterior al alcanzar los US$ 243 millones, al mismo tiempo que se registró un crecimiento en los envíos de harina proteica del 12,4%.
Desde CEPA marcaron que hoy día Argentina cuenta con 63 mercados abiertos, aunque la mayor parte de la producción tuvo como destino Vietnam, Arabia Saudita, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, Países Bajos y Singapur.

En este sentido, el presidente de la cámara empresaria, Roberto Domenech, destacó “el fuerte potencial de la exportación y señaló que las mismas son vitales para promover la inversión, el empleo y el ingreso de divisas para un sector como el avícola”.
A esto, agregó que la actividad emplea en la actualidad a 75.000 trabajadores, nucleados “en 40 empresas en el interior productivo de nuestro país”.
No obstante este crecimiento, hoy Argentina todavía no cuenta con su principal mercado de exportación abierto tras el cierre del mismo por la influenza aviar. Es por eso que Domenech expresó “la importancia de que las negociaciones que lleva adelante el Gobierno Nacional para la reapertura del mercado chino se concreten exitosamente en el corto plazo”.
Solo para tener una idea de lo que representa China para el sector avícola argentino hay que mirar las cifras del 2022 y compararlas con las actuales, ya que el gigante asiático representó por sí solo ingresos por US$ 171.859.259 correspondiente a 75.391 toneladas exportadas.
Influenza aviar
Argentina históricamente fue un país libre de influenza aviar, una enfermedad altamente infecciosa, producida por un virus de la familia Orthomyxoviridae que afecta principalmente a las aves domésticas y silvestres, con alta mortalidad.

Sin embargo, en febrero del año pasado se detectó por primera vez en nuestro territorio, lo que llevó a que Argentina autosuspendiera sus exportaciones hasta poder controlar el brote, cuestión que consigiuió en agosto de 2023 cuando la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) volvió a reconocer al país como libre de la enfermedad.
A partir de allí, comenzó un proceso de reapertura de mercados, aunque todavía no logró que China dé el visto bueno para reanudar las compras.