Las lluvias de estos últimos días aportaron la humedad necesaria en el suelo para continuar con la siembra gruesa, pero además cortaron con la sequía que venía sufriendo la fina y frenaron la caída de rindes del trigo.
De acuerdo a la Guía Estratégica para el Agro (GEA), "el cultivo se deterioraba semana a semana y los descuentos en rindes no paraban. Había 650.000 hectáreas de trigo en condiciones regulares a malas, pero, tras las lluvias, se redujeron a 325.000 hectáreas".
"Entre el 10 y el 17 de este mes, la región recibió en promedio 60 mm (de las 36 estaciones GEA/BCR), cuando octubre suele dejar en todo el mes 100 mm. Las lluvias fueron ampliamente superadoras a los pronósticos por un frente estacionario que se desplazó muy lentamente", detalla el informe.
El máximo registro fue el de Bigand con 108,6 mm. En numerosas estaciones del centro de la región núcleo y del sudeste cordobés los totales en lo que va de octubre alcanzaron de 80 a 90 mm. Por otro lado, el mínimo registro fue el de General Pinto con 16 mm. En varias localidades del extremo norte bonaerense, los totales son de 16 a 20 mm.
Buenas lluvias para el trigo y más
"A pesar de las lluvias, los rendimientos no serán buenos", dicen en Viamonte, sudeste de Córdoba. "La muerte de macollos y la falta de hojas en las espigas principales han reducido el potencial de producción", explican.
Por otro lado, "las pérdidas generadas por la falta de agua no se pueden recuperar. Pero tras las lluvias, los trigos han mejorado su condición y han dejado de perder rinde", dicen técnicos de Bigand y Sancti Spiritu (sur de Santa Fe).
En el informe estiman que para el sur de Santa Fe el rinde medio será entre 3500 a 3800 kg/ha. En San Pedro y Baradero (noreste de Buenos Aires) agregan: "el trigo atravesó el periodo crítico sin agua y con temperaturas altas". En Carlos Pellegrini y Cañada de Gómez (centro sur de Santa Fe) explican que "estas lluvias llegan para el llenado de granos" y calculan un rinde medio de 3000 a 3500 kg/ha.