Representantes del Gobierno y de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se reunieron esta tarde para resolver el conflicto salarial del sector y llegaron a un acuerdo, por lo que se va a levantar el paro de colectivos que estaba previsto para el jueves 31 de octubre.
La reunión de la UTA arrancó cerca de las 17 y terminó a las 20 en la Secretaría de Trabajo, encabezada por Julio Cordero, con la participación de autoridades nacionales y miembros del sindicato liderado por Roberto Fernández.
La UTA tenía una conciliación obligatoria hasta el martes 29, lo que le impedía hacer paro antes de esa fecha, aunque legalmente podía sumarse a la protesta de otras ramas del transporte el miércoles.

Sin embargo, decidió no participar debido a sus diferencias con el sector más duro de la CGT, especialmente con los Moyano. Así, Fernández siguió otro camino, amenazando con un paro propio para el jueves, lo que generó tensión hasta el último momento antes de llegar a un acuerdo.
La UTA pedía un aumento del 24,7% retroactivo a agosto, sobre un salario básico que, desde julio, es de $1.060.000 y debería llegar a $1.322.000 en diciembre. Las autoridades argumentaban que ya hubo aumentos, mientras que las empresas de transporte del AMBA decían que les deben más de $20.000 millones en compensaciones tarifarias desde julio, lo que complicaba el cumplimiento del pedido de la UTA.
Las empresas vienen advirtiendo que, sin un aumento en sus ingresos —ya sea a través de mayores subsidios o de una suba en el precio del boleto—, no podrán cumplir con los acuerdos salariales anteriores ni afrontar una nueva negociación para lo que queda del año.