En noviembre de este año los precios de los alimentos se multiplicaron por 3,6 veces del campo (origen) a la góndola (destino), es decir, el consumidor pagó $3,6 por cada $1 que recibió el productor.
En promedio, la participación del productor explicó solo el 23,7% de los precios de venta final, un 6,7% menos con respecto al mes anterior, según se desprende del Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME),
"Durante noviembre de 2024, las economías regionales no han tenido grandes problemas agroclimáticos, a excepción de algunos cinturones verdes (Santa Fe, por ejemplo). Se visualizó un comportamiento disímil entre las canasta de frutas, que aumentó su precio en góndola, y la de verduras, que tendió a la baja –10%", indica la CAME.
Pese a esta situación, el consumidor continúa sin convalidar precios, observándose en la baja participación del productor (23,7%) como el primer eslabón de la cadena de valor resigna rentabilidad.
Mayor y menor brecha de alimentos
La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (55,1%), mientras que la menor fue para los de naranja (12,9%). Esto quiere decir que el productor recibió más de la mitad de lo que pagó un consumidor, pero que en el caso de la naranja apenas recibió una décima parte.
La naranja (7,7 veces), la cebolla (7,7 veces), la manzana roja (7,1 veces), la lechuga (6,4 veces) y la zanahoria (6,1 veces), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
En cuanto a los rubros, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta que mide la CAME se multiplicaron por 5,8 veces en noviembre, lo que representa un incremento del 13,7% con respecto a octubre.
Para el caso de alimentos de origen animal, por los cinco productos y subproductos que componen la canasta el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor. Leé el informe completo haciendo clic aquí.