Un avión privado se despistó este miércoles al mediodía en el aeropuerto de San Fernando, chocó contra una casa cercana y terminó prendido fuego. La tragedia dejó un saldo de dos muertos: el piloto, Martín Fernández Loza (44) y el copiloto Agustín Orforte (35).
El avión, un Challenger 300 matrícula LV-GOK, había salido a la mañana rumbo a Punta del Este y tuvo el accidente al regresar a Buenos Aires. Un dato que no está de más recordar es que pertenece a la familia Brito, dueña del Banco Macro.
Pero, ¿cuál es la historia del piloto y copiloto? Se supo que Martín Fernández Loza trabajaba en la aerolínea New Lines S.A. y tenía mucha experiencia como piloto. En su currículum, también figuraban trabajos en otras empresas importantes como Austral (ahora Aerolíneas Argentinas), Top Air, Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos, Aviaser y Jet Clipper, entre otras.

Loza era de Munro, en Vicente López, pero vivía en Martínez, en San Isidro. En 1998, cuando tenía 20 años, fue noticia porque lo tiraron de un tren en un intento de robo en una formación del Belgrano Norte. En ese momento, él iba a una clase en la Escuela de Aviación de Don Torcuato y terminó internado en coma.
Mientras tanto, Agustín Orforte, que era copiloto del avión, trabajaba en New Lines y en el Banco Macro, que son de la familia Brito. El avión, un Bombardier Challenger 300, le pertenecía a la familia de Jorge Brito, presidente de River Plate y dueño del banco junto con su familia.