Recientemente, algunos dirigentes del oficialismo dedicaron posteos a celebrar el presunto desendeudamiento que habría llevado a cabo la gestión de Milei, tras un año en la gestión. Tal es el caso del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien difundió que bajó la deuda pública y se lo festejó a la oposición.
Rápidamente, el jefe de la bancada de Unión por la Patria (UxP) en Diputados, Germán Martínez, salió a responderle a Menem y le reprochó que tenía "mal los números". Acto seguido, difundió un cuadro de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía, que reflejaba la variación de la deuda bruta de la administración central.
De acuerdo con los datos que difundió Martínez la deuda pública aumentó en US$93.585 millones; para Menem, disminuyó en US$29.000 millones durante el primer año de Milei. ¿Quién tiene razón?

Explicación del cambio de composición de la deuda
De hecho, si se lee con atención la respuesta ya fue dada en los propios cuadros que difundieron ambos dirigentes políticos. Están considerando deudas distintas. Mientras que Menem toma la deuda del sector público consolidado, Martínez toma sólo la deuda bruta de la administración central (del gobierno, principalmente del Tesoro).
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre ambas? La principal diferencia es que la deuda que considera Martínez sólo toma la deuda del Gobierno, esto es, la del Tesoro; mientras que la deuda que considera Menem toma al Tesoro y al Banco Central. La otra gran diferencia es la periodización. El cuadro que citó Menem toma el período noviembre de 2023 a noviembre de 2024; mientras que el cuadro que compartió Martínez toma la deuda de diciembre de 2023 a noviembre de 2024.
Con estos dos datos podremos explicar mejor por qué los números que manejan ambos son diferentes. Por un lado, consideremos la diferencia en la periodización. Si observamos bien, ambos cuadros toman el stock de deuda bruta del gobierno nacional. El de Menem da que a noviembre de 2023 el stock era de US$426 mil millones y a Martínez le da que al 31 de diciembre de 2024 el stock fue de US$370 mil millones. Entre ambos hay una diferencia de US$56 mil millones.

Dicha diferencia surge de la fuerte devaluación que se sucedió a principios de diciembre de 2023, ni bien asumió Milei. Lo cierto es que la deuda total se contabiliza en dólares, pero en realidad una parte de ella está en pesos. Por esta razón, con la depreciación de la moneda local tras la devaluación, la proporción de la deuda en pesos medida en dólares disminuye. Se trata de un efecto cambiario que repercute en la contabilización de la deuda.
Ahora bien, si el peso se aprecia contra el dólar, el efecto cambiario sobre la contabilidad de la deuda es el inverso. Esto es lo que ocurrió post diciembre de 2023. El Gobierno de Milei fijó el corrimiento del tipo de cambio en una suba mensual del 2%, mientras que la inflación era mucho más alta. Esto llevó a una apreciación de la moneda y a una consecuente apreciación de la deuda en pesos medida en dólares.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que al asumir, Milei decidió comenzar a pasar la deuda del Banco Central (los llamados pasivos remunerados) al Tesoro, proceso que se fue consolidando a mitad de año. De ahí que la deuda bruta del Gobierno haya aumentado considerablemente, simplemente había recibido la deuda del BCRA. En concreto, no hubo deuda nueva, sólo un pase de manos del Central al Tesoro.
Por ello, si se toma la deuda del sector público consolidado (BCRA + Tesoro), lo que hay que registrar es el aumento de la deuda del tesoro (por efecto cambiario posdiciembre y por recibir la deuda del BCRA), y la disminución de la deuda del Banco Central. Así, en el consolidado, te da una disminución de US$29 mil millones.
Esta disminución ocurre, en definitiva, porque el Gobierno tuvo prácticamente durante todo el año superávit fiscal. Al tener superávit, el Gobierno no necesita deuda nueva (en pesos o en dólares) para financiarse, sino que su financiamiento lo consigue de la recaudación. De esta manera, la deuda producto del refinanciamiento no aumentó, por el contrario disminuyó.
En concreto, en su primer año de gestión Milei no tomó deuda nueva ni desendeudó al país. La deuda se refinanció y producto de ciertas variables macroeconómicas y decisiones de política monetaria, cambió la composición de la deuda, lo que afectó a su contabilización. En este debate entre Menem y Martínez, hay más de ejercicio contable que de realidad.