Mientras la Justicia investiga a Rafael Moreno, el ex policía de La Matanza que asesinó de un tiro a su vecino Sergio Díaz, luego de que este se resistiera a bajar la música durante la madrugada de Navidad; su esposa, Liliana, defendió a su marido y respondió consultas de prensa.
Según la versión de la esposa, Moreno salió armado a enfrentar a su vecino porque "los tipos estaban queriendo romper las rejas del kiosco. Él (Moreno) fue y les habló bien" y las personas que estaban en la vereda supuestamente tenían un arma. "Uno de los pibes tenía un arma", dijo Liliana. "Después uno de ellos salió con un arma y se hizo el loco", continuó relatando.
El vecino asesinado, Díaz; se puede ver en los videos de las cámaras de seguridad que hacia las 6 de la mañana del día de Navidad estaba junto a algunos allegados en la vereda de la calle Acevedo al 4100 continuando la celebración. La esposa de Moreno también aseguró que no pedirá disculpas por lo ocurrido. "Tiene que ser Rafael el que pida perdón, yo no. Yo no apreté el gatillo", se desligó en diálogo con la prensa.

En las cámaras quedó registrado que Moreno cruzó la calle hasta donde estaba Díaz y sus acompañantes y ambos se posaron en el frente de una vivienda que, a su vez, tiene un local comercial. Las versiones de los vecino testigos indicaron que el expolicía se acercó a pedirles que bajaran el volumen de la música, sonido que en las filmaciones se escucha, pese a que Liliana aseguró no haber oído nada. Cuando fue consultada por si había escuchado la música, respondió "no, en mi p*tisima vida".
La mujer del expolicía ahora imputado por homicidio agravado contó que (Moreno) es "un amor, conmigo y con mis hijas, que no son hijas de él". "Y si no, preguntá en el departamento de Policía. ¿Cómo va a salir dispuesto a matar? ¿Sabés lo que es ser policía?", le dijo a los periodistas que se acercaron al lugar.
Al ser consultada por si Moreno tenía inconvenientes en el barrio, Liliana contestó que no, pese a que los testimonios indican que el imputado ya había tenido problemas con vecinos y que hasta habían aparecido gomas de autos ajenos pinchadas por estar estacionadas en la bajada de garaje de Moreno.
Según el registro de las cámaras, Moreno sacó el arma que tenía escondida en su cintura, un revólver calibre .38, bajo sus prendas. Ahí comenzó la discusión entre Díaz, su amigo y el expolicía, que no dejaba de apoyar el arma en el cuerpo de la víctima.
"No me saques un fierro a mí, ¿quién te crees que sos?", le dijo Díaz, y la pelea continuó escalando al punto de que la víctima le asestó dos golpes a Moreno. En un instante de la discusión, el expolicía disparó a pocos centímetros de la víctima, la bala impactó en el abdomen de Díaz.