En Navidad y Año Nuevo es muy común que haya tradiciones que vienen desde hace muchos años y se cumplen, a veces, sin saber el motivo. Una de ellas es que hay que vestirse de blanco el 31 de diciembre.
El acto de vestir de blanco cada 31 de diciembre tiene un trasfondo cultural y simbólico más que significativo. En nuestra cultura, la occidental, el mencionado color se asocia con conceptos como la pureza, el nacimiento y la luz y por eso se utiliza para el inicio de un nuevo ciclo.
De esta manera, que esté presente en la vestimenta en Año Nuevo se debe a que plasma un lienzo limpio, una oportunidad para empezar de nuevo con todas las energías renovadas.
Cómo surgió la tradición de usar blanco en Año Nuevo
La costumbre de usar ropa blanca el 31 de diciembre empezó cerca de nuestro país, debido a que es una tradición brasileña. En esa tierra, cada año se hace la fiesta de Reveillón, en Copacabana, uno de los barrios más famosos de Río de Janeiro, donde miles de personas se congregan para dejar ofrendas florales y comida a la diosa Iemanjá.
En esa fiesta, los asistentes se visten con ropa blanca para venerar a Iemanjá, que es la diosa protectora de los navegantes y madre de los peces, de la religión umbanda. Además, según las creencias, también es la protectora del hogar y la fertilidad. Finalmente, en esa celebración también se lanzan fuegos artificiales y la música se acompaña con la percusión de diferentes tambores, donde suenan ritmos africanos.
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