Un turista se tiró al río en Villa Carlos Paz y murió ahogado

Un hombre de 48 años murió ayer en el balneario “El Fantasio”, ubicado en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, tras tirarse al río. El turista, oriundo de la capital provincial, fue hallado por los guardavidas, pero a pesar del intento de reanimación del personal médico fue declarado muerto en el lugar. Se trata de la cuarta víctima por ahogamiento en lo que va de la temporada de verano.

El hombre, que padecía esquizofrenia y habría consumido alcohol, estaba con su pareja cuando ingresó al Río San Antonio. La mujer notó que el hombre no regresó y alertó a las autoridades para que se desplegara una búsqueda. Pocas horas después hallaron su cuerpo.

Tras lo ocurrido el comisario Sergio Chávez indicó que se investigan las causas del incidente: “El hombre se introdujo al cauce del Río San Antonio y fue perdido de vista por su esposa, que estaba con él. Los bañistas ya lo sacaron sin conciencia y el personal del servicio de emergencia constató la muerte".

"Cuando lo extrajeron, tanto guardavidas de Carlos Paz como personal de emergencia iniciaron maniobras de reanimación con resultado negativo", agregó el comisario. Por su parte, la secretaria de Seguridad municipal, Lorena Leguizamón, indicó que “se trataría de una persona que había consumido alcohol previamente y padecía de esquizofrenia”.

Se trata de la primera muerte en un balneario en más de 20 años en esa localidad del valle de Punilla. Sin embargo, ya es la cuarta muerte en ríos de Córdoba en lo que va de la temporada de verano. En todos los casos se trataba de hombres mayores de edad, y se produjeron sucesivamente en La Calera (Sierras Chicas), Nono (Traslasierra), Villa Rumipal (Valle de Calamuchita) y ahora Villa Carlos Paz (Valle de Punilla).

Por este motivo, las autoridades provinciales brindaron algunas recomendaciones para minimizar riesgos a la hora de visitar este tipo de lugares. En primer lugar, identificar a aquellos que custodian la zona y acatar sus recomendaciones, como puede ser un guardavidas; evitar zambullirse en lugares desconocidos; y no acercarse a lugares de profundidad.