Los severos problemas de rentabilidad que está teniendo el campo argentino por la baja de los precios internacionales, la presión fiscal elevada y la suba de costos hacen que los productores vuelvan a la carga por la rebaja de las retenciones prometida por el Gobierno, pero que todavía no llevó a cabo.
"El sector lleva más de 20 años soportando un estado de ineficiencia, con gastos insostenibles y una presión fiscal incompatible con la producción", comienza el comunicado emitido hoy por la Mesa de Enlace cordobesa, compuesta por las filiales provinciales de Coninagro, Federación Agraria (FAA), Sociedad Rural (SRA) y la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), perteneciente a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Según estas entidades rurales, la baja de los precios internacionales y los recurrentes problemas climáticos que tiene Argentina "ha puesto de manifiesto el tremendo daño que producen las retenciones: un impuesto distorsivo y discriminatorio que, por su magnitud y persistencia, está asfixiando al sector".

Para la Mesa de Enlace cordobesa, "la prolongación de este impuesto pone en grave riesgo la supervivencia de los productores", por lo cual las entidades consideraron que "es imperativo que el Gobierno nacional revise y tome medidas respecto a las retenciones, ya que estas han sido largamente prometidas y hasta ahora no se han cumplido".
Retenciones: Carbap también pide acciones
Días atras, la Confederación de Ascociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), también realizó un pedido de revisión de los derechos de exportación.
"Es hora de saldar una deuda histórica: eliminar las retenciones. Este impuesto, que por años ha oprimido al campo argentino, no solo ha frenado la inversión y la competitividad, sino que ha castigado a quienes trabajan la tierra y hacen lo que saben; producir", indicó la entidad en un comunicado.
En este sentido, remarcaron que "el compromiso del Sr. Presidente Javier Milei de poner fin a los derechos de exportación representa una oportunidad única para liberar al sector agropecuario de estas cadenas y encender el motor productivo del interior. Su eliminación no es solo un pedido urgente del campo, sino del interior productivo; y es una necesidad para reactivar la economía, recuperar confianza y construir un futuro de progreso y equidad".
"Sin productores, no hay producción. Y sin producción, no hay país. Que el 2025 sea el año en que transformemos esa promesa en acción y devolvamos al campo la libertad que alguna vez tuvo y se merece", finalizó el comunicado.