Seguro alguna vez te pasó: estás en una reunión, esperando tu turno para hablar o simplemente sentado en un café, y de repente notás que estás moviendo el pie sin parar. Ese tic nervioso, que para muchos es casi imperceptible, tiene una explicación que viene de la mano de la psicología.
Los movimientos corporales, especialmente los de las piernas y los pies, forman parte de nuestra comunicación no verbal. Aunque muchas veces los hacemos sin darnos cuenta, pueden decir mucho sobre lo que pasa por nuestra cabeza. Esto, según la psicólogía, tiene una razón. La psicóloga y psiquiatra Judith Joseph explica que uno de los significados más comunes detrás de mover el pie repetidamente es la ansiedad.
En una entrevista con el medio británico Daily Mail, la especialista explicó que los movimientos involuntarios, como golpear el pie contra el suelo o mover los dedos de los pies de manera constante, son una forma que tiene el cuerpo de liberar tensión acumulada. "El movimiento repetitivo de los pies puede ser una señal de que la persona está lidiando con una tensión interna o con pensamientos ansiosos que no puede controlar", señaló Joseph.

Qué significa mover constantemente el pie según la psicología
Este tipo de comportamiento es especialmente común en personas que sufren de ansiedad anticipatoria, es decir, aquellas que tienen una preocupación excesiva por eventos futuros. En estos casos, la mente se llena de preguntas y escenarios hipotéticos, y el cuerpo encuentra en esos movimientos una manera de aliviar la sobrecarga emocional. Por eso, es común ver a alguien moviendo el pie mientras espera su turno para una entrevista de trabajo o antes de dar una presentación importante.
Pero no todo es ansiedad. El movimiento constante del pie también puede ser un signo de hiperactividad o de un estado de alerta excesivo. En situaciones de mucho estrés, esa energía acumulada busca una salida, y el pie termina siendo el protagonista.

En personas con trastornos como el déficit de atención con hiperactividad (TDAH), este comportamiento es aún más evidente. La necesidad de moverse constantemente puede manifestarse en el golpeteo del pie, lo que les permite canalizar parte de esa energía que no logran controlar.
Otra explicación posible desde la psicología, según la Dra. Joseph, está relacionada con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). En estos casos, el movimiento del pie suele ser más controlado y sigue un patrón específico. Por ejemplo, una persona podría mover el pie un número determinado de veces o hacerlo de forma simétrica. Este tipo de movimientos repetitivos les ayuda a aliviar la ansiedad o a sentir que tienen el control sobre una situación interna que les genera incomodidad.

Cómo controlar los movimientos involuntarios producto de la ansiedad
Entonces, ¿qué hacer si notás que movés el pie constantemente? La clave está en prestar atención a las emociones que estás experimentando en ese momento. ¿Sentís ansiedad, estrés o inquietud? Reconocer lo que te pasa es el primer paso para entender por qué tu cuerpo reacciona de esa manera.
Si bien mover el pie puede ser una respuesta natural ante ciertas situaciones, cuando se convierte en un hábito constante o empieza a interferir en tu vida diaria, quizás sea momento de buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de esa ansiedad y ofrecerte herramientas para manejarla.
En definitiva, ese tic nervioso que tanto vemos a nuestro alrededor tiene una raíz que la explica la psicología. Nuestro cuerpo habla, aunque muchas veces no lo escuchemos. Y ese movimiento incesante del pie es, en el fondo, un llamado de atención para que le demos un poco más de protagonismo a lo que está pasando en nuestro cuerpo.