Con la llegada del calor y las vacaciones de verano, es muy común que, al meternos en piletas, el mar o los ríos, se nos quede agua en los oídos. Esa sensación incómoda de tener el oído tapado, acompañada muchas veces de ruidos raros como burbujeos o zumbidos, puede ser más molesta de lo que parece.
A veces, el agua no se va por sí sola, y puede causar problemas desde pérdida temporal de audición hasta infecciones si no se soluciona a tiempo. Por eso, te dejamos algunos remedios caseros y seguros para eliminar el agua del oído de manera rápida y efectiva.
1. Incliná la cabeza y sacudí un poco
Lo primero que podés hacer cuando sentís agua en el oído es inclinar la cabeza hacia el costado del oído afectado y darle unos golpecitos suaves en el lado opuesto. Esto puede ayudar a que el agua se drene naturalmente. Si no pasa nada al principio, no te preocupes, podés probar con otros métodos.
2. Secador de pelo a baja temperatura
El secador de pelo puede ser tu aliado en este caso. Ponelo a temperatura baja y a una distancia segura, nunca lo acerques demasiado. El aire caliente puede ayudar a evaporar el agua atrapada dentro del conducto auditivo. Para hacerlo, tirá del lóbulo de la oreja hacia abajo y mantené el secador unos 15-20 cm del oído durante unos 30 segundos. Repetilo si es necesario, pero no uses el secador por más de 2 minutos seguidos para evitar quemaduras.
3. El truco del vacío
Otro método efectivo es crear un vacío en el oído para que el agua salga. Para esto, poné la palma de la mano sobre el oído afectado, presioná suavemente y luego soltá rápido. Este movimiento puede generar un vacío que ayude a extraer el agua. Es importante hacerlo con cuidado para no lastimarte ni sentir molestias.
4. Alcohol y vinagre: la mezcla mágica
Una mezcla de alcohol y vinagre (en partes iguales) es un truco casero que funciona para secar el agua y, además, prevenir infecciones. Con un gotero, poné unas gotas en el oído y dejá que se absorban. El alcohol ayuda a evaporar el agua y el vinagre tiene propiedades antimicrobianas que ayudan a evitar posibles infecciones.
5. Masticar o bostezar
Aunque parece un consejo raro, masticar chicle o simplemente bostezar puede ser útil para liberar la trompa de Eustaquio, el conducto que conecta el oído con la garganta. Esto puede ayudar a que el agua se drene más fácilmente.
6. Pañuelo o servilletas de papel
Si el agua no se va, podés usar un pañuelo o una servilleta de papel para absorberla. Enrollalo suavemente y colocá la punta en el oído, dejando que absorba el agua. Eso sí, evitá meterlo muy adentro, porque podrías irritar el conducto auditivo.
7. Pellizcar el lóbulo de la oreja
Este truco es fácil de hacer cuando estás fuera de casa. Incliné la cabeza hacia el lado del oído afectado, con la oreja hacia el suelo, y después tirá suavemente del lóbulo de la oreja hacia adelante y hacia atrás varias veces. Esto puede ayudar a mover el líquido para que salga más fácilmente.
¿Cuándo hay que ir al médico?
Si después de probar estos métodos el agua sigue ahí, o si sentís dolor, presión o una pérdida más notoria de audición, lo mejor es que consultes a un otorrinolaringólogo. Si el agua se queda mucho tiempo en el oído, puede generar problemas como infecciones o inflamación, por lo que es importante no dejarlo pasar. Además, si tenés el oído tapado por varios días, el cerumen podría haberse inflamado y afectar aún más tu audición.
Recuerda, aunque estos remedios caseros suelen ser efectivos, si los síntomas persisten, siempre es mejor consultar a un profesional para evitar complicaciones. ¡Disfrutá del verano sin preocupaciones, pero no olvides cuidar tus oídos!
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