En los casinos y salas de juegos, abundan las opciones para elegir con qué entretenerse. Ruletas, tragamonedas y juegos de cartas son algunos ejemplos, casi todos ellos relacionados con el azar. Y es esta última palabra la que ha desatado desde hace ya bastante tiempo una gran discusión en torno al que es, sin duda, el más popular de todos los juegos de cartas: el poker.
¿La controversia? Es ésta: ¿es acaso el poker un juego de habilidad o uno de mera suerte? ¿Es posible triunfar en el poker a base de estrategia o el azar dicta quién gana y quién pierde?
De entrada, la discusión lleva ya rato decantándose más por la primera opción –la habilidad– que por la suerte. Tan es así que el poker es considerado desde hace ya largo rato como un juego mental, categoría que comparte con otras disciplinas como el ajedrez los eSports. Lo mismo ocurre con el juego online, donde los desafíos son los mismos que la versión física y que han ganado aún más jugadores, ya que, gracias a los avances tecnológicos y al trabajo de los operadores de juego globales, es posible jugar e incluso descargar poker en todas partes del mundo.
¿Habilidad o suerte? Lo que hay detrás del juego del poker
Quien no ha jugado una partida de algún juego de cartas por lo menos una vez en su vida. Si bien, cualquiera recordará que de llegar a la mesa solamente con la idea de jugar y ver hacia dónde lleva “la suerte”, sentirá que todo está supeditado al azar. Sea una partida de blackjack o de Texas Hold’em, es casi imposible que, en este modo de juego, una racha de derrotas no se le atañan a tener “mala suerte”.
Y no tiene que ser una conclusión concienciada: uno simplemente cree que lo mismo puede llegar un As que te haga tener la mano ganadora o un conjunto de cartas que te condenen al fracaso. Casi como si no se tuviera el control de la situación lo cual, en cierta medida, es correcto. Sin embargo, esto sucede porque no se lleva un proceso estratégico o de recolección de información.
Cuando se llega a esa reflexión, es cuando uno puede adoptar una postura más calculadora frente al poker. Y, para hacer un buen cálculo y una toma de decisiones inteligente, hay que tener cierta habilidad, ¿cierto? Mike Fowlds, jugador profesional de poker durante la década de 1990, zanjó el debate contundentemente: la suerte juega un rol importante solo en el corto plazo. El argumento de Fowlds se resume en que el jugador más principiante del mundo con un “golpe de suerte” y con las cartas correctas, puede vencer sin problemas a uno profesional. Sin embargo, dicha situación difícilmente se puede repetir más de una vez, ya no digamos constantemente. Aquí es cuando toma forma lo de “a largo plazo”.
Volvamos al ejemplo del jugador novato que, contra todo pronóstico, vence a un contrincante profesional en una suerte de desenlace peliculesco en el que David vence a Goliat. Los astros se unieron, las cartas se acomodaron y el débil derrotó al fuerte. Si este jugador novel fuera listo sabría que, para ganar, debe incrementar sus posibilidades de tener una mano exitosa. Para ello, no bastará con esperar a que el azar esté de su lado sino comenzará por los básicos del poker: la estrategia, la toma decisiones informadas y asumir riesgos.
Entonces, el jugador novato tal vez no vencerá a la primera en una hipotética revancha con el contrincante profesional, pero seguro que empezará a incrementar su nivel de juego conforme vaya poniendo en práctica los básicos. Ahí, entonces, la teoría de Mike Fowlds y que la suerte solo funciona en el corto plazo.
¿Cómo se llega a ser un gran jugador de poker?
Rachel Croson, Peter Fishman y Devin G. Pope publicaron en la Wharton Faculty Platform el trabajo “Super estrellas del poker: ¿habilidad o suerte?” un análisis sobre el papel de las habilidades en los grandes torneos de poker en el mundo. Aunque las conclusiones no fueron contundentes, sí que aceptaron que una porción de los éxitos en el poker se debe específicamente a la habilidad de sus jugadores (calculando las posibilidades y probabilidades, leyendo a los oponentes, bluffeando o intimidando al rival, etc.).
En dicha publicación de 2008, comienzan citando a una línea del guion de Matt Damon en el filme “Rounders” (“Apuesta final” en Argentina): “¿por qué crees que los mismo cinco tipos siempre llegan a la mesa final del World Series of Poker cada año? ¿Qué son ellos? ¿Los tipos más suertudos de Las Vegas?”.
Juan Carreño, especialista de poker en España, escribió que “un buen jugador de poker se reconoce por su habilidad por tomar las decisiones correctas y no porque gane o pierda”. Y finalizó: “Para terminar, y haciendo frente a la cuestión que nos aborda: –‘amigo Carreño, ¿tú crees en la suerte?’– Sí, sí creo en la suerte, pero refiero no contar con ella por si ella no cuenta conmigo”.