Con la llegada del calor, el aire acondicionado se convierte en un aliado infaltable en hogares, oficinas y comercios. Sin embargo, su uso prolongado puede traer una molestia que muchos notamos pero pocos saben cómo solucionar: la sequedad del ambiente.
Piel tirante, garganta irritada y ojos resecos son algunas de las consecuencias de dormir o pasar muchas horas en un lugar con el aire acondicionado prendido. Pero hay un truco simple y efectivo que puede ayudar a equilibrar la humedad y mejorar el confort: colocar un vaso con agua en la habitación cuando se enciende el equipo.

¿Por qué poner un vaso con agua al prender el aire acondicionado?
El funcionamiento del aire acondicionado no solo enfría el ambiente, sino que también reduce la humedad del aire. Esto puede afectar las mucosas (nariz, garganta y ojos), provocando irritación, sequedad y hasta aumentando la predisposición a resfriados o alergias. También la piel sufre las consecuencias, perdiendo hidratación y volviéndose más opaca o sensible.
Al colocar un vaso con agua en la habitación, el líquido se evapora lentamente, ayudando a contrarrestar la sequedad y manteniendo un nivel de humedad más equilibrado. Este pequeño gesto puede hacer una gran diferencia en el confort, sobre todo en aquellas noches de calor donde el aire queda encendido por varias horas.

Otros consejos para un uso más saludable del aire acondicionado
Además del truco del vaso con agua, hay otros hábitos que pueden ayudar a que el aire acondicionado no nos juegue en contra:
- Regulá bien la temperatura: Lo ideal es mantener el aire entre 24°C y 26°C. No solo es más saludable para el cuerpo, sino que también evita un consumo excesivo de energía.
- Usá humidificadores o recipientes con agua: Si la sequedad es un problema recurrente, podés sumar un humidificador o colocar más de un recipiente con agua en distintos puntos de la habitación.
- Ventilá el ambiente: Aunque haga calor, es importante abrir las ventanas al menos una vez al día para renovar el aire y evitar que el ambiente quede demasiado viciado.
- Mantené los filtros limpios: El aire acondicionado acumula polvo, bacterias y hasta hongos en los filtros. Limpiarlos regularmente mejora la calidad del aire y evita problemas respiratorios.

Este verano, además de disfrutar del fresco del aire, probá sumar estos pequeños cambios y vas a notar la diferencia.