La baja temporal de retenciones anunciada por el Gobierno, que recién entró en vigencia este lunes, impactó en el mercado con una mejora en los precios ofrecidos en soja y maíz, aunque todavía no adquirió un volumen de operaciones significativo.
Pero más allá de esto, todavía sigue conociéndose los pormenores de la normativa para que la operatoria tome más dinamismo, mientras que las proyecciones de que podría suceder con la misma comienzan a aparecer.
Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), dependiendo del impacto en los precios de la medida y las decisiones comerciales de los productores, la venta de granos entre soja, maíz y trigo, se movería en un rango que va de 44 a 64 millones de toneladas.

"El efecto final sobre el ritmo de compromisos dependerá de múltiples variables como puede ser el precio, los márgenes, las expectativas comerciales y de producción en base a las lluvias, entre otras. Por lo pronto, pueden plantearse escenarios posibles para cuantificar el efecto potencial en volumen de toneladas comprometidas durante la ventana de tiempo prevista por la reglamentación" que va desde este lunes hasta el 30 de junio, explicó la BCR.
En este sentido, la entidad bursártil planteó tres escenarios. El primero, que sería un escenario positivo, donde la medida logre incentivar a que el ritmo de compromisos vuelva hacia niveles promedio de la última década, entre el 27 de enero y la fecha de expiración de la medida, se podrían llegar a vender en torno a 54 millones de toneladas entre trigo, maíz y soja teniendo en cuenta la oferta estimada y proyectada para este año.
Ahora bien, si el efecto "resulta ser aún más optimista, y la dinámica comercial de este año se asemeja a los patrones más elevados de la última década", el volumen de toneladas comprometidas podría llegar a superar las 64 millones de toneladas. Este sería, para el Gobierno, el escenario ideal.
Pero en caso contrario de que "el efecto no sea el esperado y la dinámica comercial tienda a parecerse a la de años con mayor reserva comercial", entonces el rango de compromisos podría estar rondando las 44 millones de toneladas de granos hasta el 30 de junio, siempre que la producción deje de caer y alcance las proyecciones al 15 de enero.
Baja de retenciones: los precios en el mercado
Si vamos a lo que son los precios ofrecidos por las industrias y la exportación en el mercado disponible, la BCR planteó que el mismo "se ha revolucionado desde la semana pasada", si bien consideró que "aún resulta demasiado prematuro para poder apreciar el impacto en la operatoria, cuando inclusive los operadores siguen digiriendo la letra chica del decreto y el pricing (precios)de toneladas no termina de arrancar".

En la primera reacción del mercado durante la semana, la pizarra por soja llegó hasta los $310.000 la tonelada, el valor más alto desde fines de noviembre teniendo en cuenta el efecto de la inflación.
Por maíz, se llegó a pagar en torno a los $215.000 la tonelada, convalidando "el gran momento por la cotización del cereal, que llega a máximos de junio del año pasado, en términos reales".
En trigo, la abultada oferta limitó el efecto de la reducción de DEX - ya que los primeros meses del año es cuando más se comercializa el cereal - pagándose $6.000 por tonelada más que durante la semana pasada, tocando de todos modos los valores más altos desde noviembre.
"Más allá de la respuesta en las cotizaciones, aún la operatoria no muestra grandes sobresaltos, aunque a medida que transcurren los días el volumen operado va in crescendo hasta volver a reactivarse. Por lo pronto, desde que se hizo efectiva la reducción de las DEX, se han operado entre contratos y fijaciones 208.000 toneladas de soja, 300.500 de maíz y 143.000 de trigo", concluyó la Bolsa rosarina.