La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca oficializó hoy la postergación de la puesta en marcha del sistema de trazabilidad indivual electrónica del ganado hasta el 1° enero de 2026, ya que la empresa que ganó la licitación para proveer los dispositivos advirtió que le sería imposible cumplir con la entrega de los mismos para marzo de este año, fecha en la que debía entrar en vigencia la normativa.
Así, a través de la Resolución 19/2025 publicada hoy en el Boletín Oficial, la cartera nacional estableció que "en el marco del mencionado Sistema Nacional la utilización de tecnología electrónica como herramienta de identificación individual obligatoria para la trazabilidad de ganados bovinos, bubalinos y cérvidos a partir del día 1 de enero de 2026, momento desde el cual los productores ganaderos deberán identificar todos los terneros/as al destete o al primer movimiento".
"A partir de la fecha mencionada, el citado Sistema Nacional deberá registrar todos los movimientos de los animales de las categorías referidas en el presente artículo, de manera de garantizar la trazabilidad individual", agregó el escrito.

La decisión de Agricultura se basó en que "el licitante comunicó formalmente su imposibilidad de cumplir con la entrega de los dispositivos en las condiciones, cantidades y plazos previstos en el Pliego".
La normativa, que debía entrar en vigencia el 1° de marzo de este año, establecía que todo el ganado vacuno, cervido y bubalino debía llevar un dispositivo electrónico en sus orejas, con el fin de poder identificar al animal en cuestión y asegurar la trazabilidad del mismo.
La trazabilidad y la imposibilidad de llevarla a cabo
Si bien recién hoy Agricultura oficializó su postergación, la semana pasada el titular de la cartera nacional, Sergio Iraeta, le había comunicado a los presidentes de la Mesa de Enlace que la medida no iba a entrar en vigencia como estaba pautado en un primer momento.

De hecho, en ese momento, los trascendidos daban como un hecho que su puesta en marcha por parte del Gobierno nacional a partir de marzo de este año era casi "imposible", dado que la empresa suiza Datamars, que ganó la licitación para proveer a los ganaderos de las caravanas electrónicas que se colocan en las orejas de los animales, no iba a poder fabricar en tiempo y forma la cantidad necesaria, estimada en 23 millones.
Por otro lado, la medida fue resistida por gran parte de los productores ganaderos, ya que consideraban que era una iniciativa por parte del Gobierno que no se correspondía con exigencias de los mercados compradores de la carne argentina.
Asimismo, criticaban que la misma sea obligatoria y que se convertiría en un nuevo costo para los productores, si bien la primera tanda de las caravanas las proveería Agricultua de forma gratuita.