La situación en Gaza vuelve a escalar luego de que Hamas anunciara este lunes la suspensión de la liberación de rehenes israelíes prevista para el próximo sábado. El grupo islamista justificó su decisión acusando a Israel de incumplir los términos del acuerdo de alto el fuego.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, denunció que esta acción representa "una violación total" del acuerdo y ordenó al ejército prepararse "para todos los escenarios". Desde Hamas, en tanto, el vocero del ala militar del grupo, Abu Obeida, explicó que la medida se debe a las "constantes violaciones" de Israel desde que entró en vigor la tregua.
Entre los incumplimientos, Hamas mencionó la demora en permitir el regreso de los gazatíes al norte del enclave, los continuos bombardeos que según el grupo han causado decenas de muertes y la escasa llegada de ayuda humanitaria.

La situación en la Franja de Gaza sigue siendo crítica. En las últimas horas, al menos tres palestinos murieron por disparos del ejército israelí en la denominada "zona de amortiguación", cerca del Corredor Netzarim. Desde Israel confirmaron que las tropas abrieron fuego contra un grupo de personas que se acercaron a unos 300 metros de la frontera.
Hasta ahora, el acuerdo de alto el fuego permitió la liberación de 21 rehenes israelíes, entre ellos cinco ciudadanos tailandeses, a cambio de la excarcelación de aproximadamente 800 presos y detenidos palestinos. Según lo pactado, en el transcurso de la tregua se esperaba la liberación de 33 cautivos más, incluidos ocho fallecidos.

Mientras tanto, el, que nuclea a los familiares de los 76 secuestrados que siguen en manos de Hamas, pidió a los mediadores de Catar, Egipto y EE.UU. que intervengan para garantizar la continuidad del acuerdo. "El estado crítico de salud de los últimos liberados demuestra que no hay tiempo. Todos los rehenes deben ser rescatados urgentemente de esta horrible situación", expresaron en un comunicado.
La tensión en la región vuelve a crecer y el futuro de la tregua es incierto. Con ambas partes acusándose mutuamente de incumplimientos, la posibilidad de un nuevo estallido de violencia está latente.