Netflix es un sube y baja constante: algunas pelis llegan, otras se van, y en el medio hay joyitas que no podés dejar pasar antes de que desaparezcan del catálogo. Este es el caso de La Bruja (The Witch), el debut cinematográfico de Robert Eggers que se convirtió en un clásico moderno del terror.
Con apenas 93 minutos de duración, este film es una experiencia perturbadora que no se olvida fácilmente. Eso sí, mejor verla en Netflix lejos de los más chicos porque el miedo que genera no es de los que se disipan rápido.
Estrenada en 2015, La Bruja está ambientada en la Nueva Inglaterra del siglo XVII y sigue la historia de una familia puritana que, tras ser desterrada de su comunidad, se instala al borde de un bosque que parece estar maldito.

La tensión estalla cuando el hijo menor desaparece de forma inexplicable y las sospechas empiezan a crecer entre los propios integrantes de la familia. En un entorno sombrío y opresivo, la película juega con la idea de lo sobrenatural y lo psicológico, dejando al espectador atrapado en una sensación de desasosiego constante.
Netflix: Anya Taylor Joy asombró por su talento
Pero si algo hizo que esta película se ganara su lugar en la historia del cine de terror, además de la brillante dirección de Eggers, es la actuación de Anya Taylor-Joy. Con tan solo 18 años en ese entonces, la actriz argentina-británica demostró un talento descomunal en su rol de Thomasin, la joven que queda en el centro de la tragedia familiar.

Su presencia en pantalla es hipnótica y su actuación le valió el reconocimiento de la crítica, abriéndole las puertas a una carrera que hoy la tiene como una de las figuras más destacadas de Hollywood.

Si todavía no viste La Bruja, estás ante una oportunidad única. Netflix la tiene disponible en su catálogo, pero por tiempo limitado. Así que, si sos amante del terror bien hecho, de las películas que te dejan pensando y de las actuaciones que marcan un antes y un después, esta es tu señal para darle play.