El interés por las profecías de Nostradamus, el astrólogo francés del siglo XVI, resurge con fuerza en 2025, a medida que ciertos eventos comienzan a ser vinculados con sus enigmáticos escritos. En este contexto, y ante la inminente posibilidad de un cambio en la cúpula de la Iglesia Católica debido al delicado estado de salud del Papa Francisco, vuelve a tomar relevancia una predicción en particular: la llegada de un "Papa Negro" al Vaticano.
Según algunas interpretaciones, este acontecimiento marcaría el inicio del fin de los tiempos, un fenómeno paranormal que genera debate entre historiadores, teólogos y seguidores de lo oculto, mientras la salud del Papa Francisco, quien ya cuenta con 88 años, alimenta especulaciones sobre su sucesión.
Nostradamus, famoso por sus cuartetas crípticas, dejó escritos que muchos intentan conectar con sucesos contemporáneos. Una de sus predicciones menciona la muerte de un papa anciano, seguida por el ascenso de un sucesor joven y negro.

Aunque algunos interpretan este "negro" como una referencia racial, lo cierto es que muchos apuntan a los cardenales africanos dentro del Vaticano, quienes representan una fracción creciente de la Iglesia. De los 133 cardenales electores en un posible cónclave, 33 son de tez negra, de los cuales 23 fueron designados por Francisco. Este dato revive el interés por la cuarteta, aunque los expertos advierten que las interpretaciones varían según el contexto histórico.

Una teoría alternativa sugiere que el Papa Francisco podría ser el "Papa Negro" mencionado por Nostradamus, pero no por su tez, sino por su estrecho vínculo con los jesuitas, orden religiosa conocida como los "sacerdotes negros" debido a sus tradicionales vestimentas.
No obstante, esta interpretación se encuentra en tensión con la idea de un sucesor, ya que las profecías de Nostradamus apuntan a un cambio de liderazgo tras la muerte de un papa longevo. En 2025, la avanzada edad de Francisco y su reciente debilidad física, visible incluso en su aparición en la Plaza de San Pedro, mantienen viva la discusión sobre el futuro de la Iglesia.

En este contexto, el cardenal ghanés Peter Turkson, expresidente del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, se perfila como una figura clave. Conocido por su equilibrio entre sensibilidad social y diplomacia, y cercano a Francisco en cuestiones como la justicia económica y el medio ambiente, su perfil moderado lo posiciona como un candidato apto para reunir las distintas corrientes dentro de la Iglesia.