El aire acondicionado es el gran aliado de las temperaturas altas, pero conseguir ahorrar energía y que la cuenta de la luz no arda puede ser un desafío. Cando la ciudad entra en "modo horno" y el calor se vuelve insoportable, la tentación de programar el aire acondicionado a temperaturas muy bajas es grande.
Sin embargo, esto tiene un costo: las facturas de electricidad pueden dispararse, especialmente con las tarifas actuales. Además, según los especialistas, cada grado que se baja en el aire acondicionado aumenta el consumo de energía en hasta un 40%.
Pero hay un truco casero muy sencillo que permite configurar el aire a 27°C y sentirse como si estuviera en 22°C, ahorrando energía sin resignar frescura.

El truco del ventilador: menos consumo, misma sensación de frescura
El método consiste en combinar el aire acondicionado con un ventilador, algo que muchas veces se pasa por alto. En lugar de elegir entre uno u otro, lo ideal es usarlos juntos.
El ventilador no enfría el aire, pero genera una brisa que acelera la evaporación de la transpiración y reduce la sensación térmica en hasta 5 grados. Es decir, con el aire a 27°C y un ventilador encendido, el ambiente se sentirá igual de fresco que si el aire estuviera en 22°C.
Ventajas del método
- Ahorro de energía: Un ventilador consume entre 60 y 90 watts por hora, mientras que un aire acondicionado puede gastar entre 1.000 y 2.000 watts.
- Mayor distribución del aire: El ventilador ayuda a que el aire frío se reparta mejor, eliminando puntos calientes en la habitación.
- Menor desgaste del aire acondicionado: Al no exigirle tanto al compresor, se alarga su vida útil y se reducen las posibilidades de fallas.

Otras recomendaciones para reducir el consumo del aire acondicionado
Además de usar el ventilador, los expertos en eficiencia energética sugieren:
- Mantener cerradas las puertas y ventanas para evitar fugas de aire frío.
- Usar cortinas o persianas para bloquear el ingreso del sol.
- Limpiar periódicamente los filtros del aire acondicionado para mejorar su rendimiento.
- Evitar poner el termostato a temperaturas extremadamente bajas al encender el aire.
Con estas prácticas, es posible mantenerse fresco sin que la factura de luz se dispare. Y lo mejor: sin resignar comodidad en los días más calurosos.
