Son momentos de alegría en el sector avícola argentino, ya que China, su principal socio comercial, reabrió su mercado para la carne de pollo, tras dos años de mantenerse cerrado por el brote de influenza aviar que se registró en nuestro país en 2023.
Ayer, en un comunicado conjunto, la Dirección General de Aduanas y el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales del gigante asiático comunicaron la noticia tan esperada: "Con base en los resultados del análisis del riesgo, la prohibición de la influenza aviar altamente patógena en Argentina se levantará a partir de la fecha de este anuncio".
De esta manera simple, China pusó final a una prohibición de importar carne y subprodutos aviares de Argentina, decisión que le costó al sector unos US$ 400 millones, ya que el país asiático era, por lejos, el principal destino de nuestra producción, acaparando el 45% de los envíos totales al exterior.

Fueron dos años duros para el sector, con arduas negociaciones llevadas a cabo por autoridades sanitarias argentinas y más de una auditoría realizada por China a los establecimientos productivos de nuestro país.
De hecho, en una visita que realizaron el año pasado las autoridades chinas, ya se había determinado la seguirdad santiaria de la producción argentina, aunque los tiempos del gigante asiático no son los nuestros, lo cual llevó a que el sector tuviera que esperar.
"Es una gran noticia, que hace meses la estabamos esperando. Hace ya más de un año que China vino a hacer la auditoría, que salió bien, pero el país tenía sus propios tiempos para hacer la apertura", dijo a Es Agro el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech.
Según contó a este medio, durante todo este tiempo el sector debió colocar el excedente productivo en "otros mercados para los cuales no es prioritario la compra de las garras y las alas, pero fuimos zafando de algún modo con menores valores y desatendiendo clientes con más de 20 años con el abastecmineto del producto".
"Tengamos presente que en febrero de 2023, China cerró las importaciones argentinas y durante todo ese año y 2024 no se exportó absolutamente nada, sumado a los meses que van del año. Si tomamos lo que en 2022 envíamos a China, que era el 38% de todas nuestras exportaciones, la suma de lo no facturado y no exportado está en el orden de los US$ 400 millones", marcó Domenech.
Voler a exportar a China
Pero eso ya es historia pasada y el sector ya se está preparando para volver a exportar a su principal destino, para recuperar parte de lo pérdido.
Si bien no es automático, falta poco para que los conteiners salgan en su viaje hacia los puertos chinos. "Ya nos etsamos organizado para empezar a hacer producción para este mercado. Todavía hay que cumplir con las producciones comprometidas en otros mercados donde esabamos vendiendo y comenzar a cerrar negocios con clientes habituales", explicó el titular de CEPA.

No obstante, remarcó que "según nos dijo el Senasa que en 72 horas estaba en condiciones de certificar, aunque no creo que en ese período estemos en condiciones de completar ningun contenedor, pero en dos o tres semanas puede ser que los embarques comiencen ya con alguna rutina por parte del sector".