Con la llegada del fin de semana largo, muchas personas buscan una escapada que les permita desconectar del ritmo acelerado de la ciudad sin tener que viajar demasiados kilómetros. Entre los múltiples destinos de la Provincia de Buenos Aires, hay un pueblo que se mantiene alejado del turismo masivo y que, gracias a su ambiente rural, su gastronomía y su historia, se presenta como una opción ideal para descansar y disfrutar de la tranquilidad.
Ubicado a apenas 90 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, este rincón bonaerense combina lo mejor del campo con una oferta turística que permite disfrutar de un fin de semana de pura relajación. Sus calles de tierra, su aire puro y su estilo de vida pausado lo convierten en el destino perfecto para quienes buscan una escapada auténtica, lejos del bullicio de los centros más concurridos.
Altamira, la joya rural para una escapada de descanso
El pueblo en cuestión es Altamira, una pequeña localidad del partido de Mercedes que se ha convertido en un verdadero refugio de paz. Fundado hace más de un siglo con la llegada del ferrocarril, este destino es conocido por su lema: "Altamira, un pueblo lento". Con apenas 350 habitantes, conserva una atmósfera de confianza y calma que lo hace único.
A lo largo de los años, el pueblo ha sabido revalorizar su patrimonio histórico y gastronómico, ofreciendo distintas propuestas turísticas que combinan cultura, buena comida y paisajes rurales. La antigua estación de tren, hoy convertida en un espacio cultural y gastronómico, es uno de los principales atractivos, junto con sus tradicionales almacenes de campo y una exfábrica restaurada que ahora alberga viñedos y restaurantes.
Para quienes buscan una escapada diferente en este fin de semana largo, Altamira es una alternativa perfecta. No solo está cerca de la ciudad, sino que ofrece una experiencia única de descanso, ideal para quienes quieren desconectarse sin hacer grandes viajes.
Qué hacer en Altamira durante una escapada de fin de semana
A pesar de su tamaño, Altamira tiene varias propuestas interesantes para los visitantes:
- Antigua estación de tren: Refaccionada y convertida en la Sala Cultural La Payró y el restaurante Entre Vías, donde se combina arte y gastronomía.
- Almacenes históricos: Bodegones que conservan el espíritu de los pueblos rurales. Destaca Lo de Curly, un bar y almacén centenario declarado patrimonio histórico cultural.
- Ex fábrica Corinema: Lo que alguna vez fue una fábrica de ladrillos y cerámicos hoy es un viñedo y un espacio gastronómico con ruinas restauradas y túneles históricos.
- Capilla Nuestra Señora de Fátima: Un pequeño rincón de tranquilidad y espiritualidad en medio del campo.
- Productos artesanales: En el pueblo se pueden encontrar embutidos caseros, vinos, gin, vermut, duraznos y dulces elaborados de manera artesanal.
Con un viaje en auto de entre una hora y media y dos horas desde la Ciudad de Buenos Aires, Altamira es la opción ideal para una escapada de fin de semana largo. Ya sea para disfrutar de su gastronomía, recorrer sus calles o simplemente relajarse en un entorno de tranquilidad absoluta, este pequeño pueblo bonaerense invita a tomarse un respiro y vivir al ritmo pausado de la vida rural.
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