Un intento de robo en el partido bonaerense de Avellaneda terminó en un violento tiroteo que dejó como saldo la muerte de una ladrona y su cómplice gravemente herido. Lo llamativo del caso es que la mujer ya había sido detenida por otro robo a tan solo 300 metros de donde ocurrió el enfrentamiento fatal.
El episodio tuvo lugar en la mañana del miércoles en la intersección de Pitágoras y Mansilla, cerca del predio “Tita Matiussi” de Racing Club. Según fuentes policiales, la ladrona, identificada como Tamara Abigaíl González, de 29 años, y su cómplice, Rubén Sánchez Maciel, interceptaron a una pareja de policías que viajaban en un Volkswagen Gol y los amenazaron con un arma de fuego para robarles el auto.
Sin embargo, los agentes, Nahuel Beltrán Miguen, de 26 años y miembro de la Policía Bonaerense, y Julieta Miriam Acosta, de 28 y perteneciente a la Policía de la Ciudad, lograron identificarse y repelieron el asalto a los tiros. Tras un breve pero intenso intercambio de disparos, González cayó abatida en el lugar, mientras que Sánchez Maciel quedó malherido y fue trasladado de urgencia al hospital zonal con impactos de bala en el abdomen y el brazo.

La fatal coincidencia de la ladrona
La ladrona fallecida tenía un frondoso prontuario y había sido detenida a fines de enero por el violento robo de un celular a un menor de edad. Aquel hecho ocurrió en la esquina de Anatole France y Arredondo, en la localidad de Sarandí, a menos de tres cuadras de donde fue abatida.
En aquella ocasión, la mujer, acompañada de otro cómplice, le arrebató el teléfono a un chico y escapó hacia el barrio Villa Argentina. La policía logró rastrearla rápidamente y la detuvo, abriéndole una causa por robo.
Investigación en curso
Tras la balacera, efectivos de la comisaría 6° de Avellaneda se hicieron presentes en la escena y secuestraron un atornillador-taladro que estaba en poder de la ladrona.
El fiscal Juan Savoia, de la UFI N°3 de Avellaneda, caratuló la causa como “tentativa de robo” y ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad para reconstruir lo sucedido. Además, decidió no tomar medidas contra los policías que participaron del enfrentamiento, al considerar que actuaron en legítima defensa.
Mientras tanto, Sánchez Maciel permanece internado en grave estado y con custodia policial. Según fuentes judiciales, si sobrevive, podría enfrentar una dura pena por el intento de robo y el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.