Autoridades veterinarias de Eslovaquia han comunicado la detección de tres focos de fiebre aftosa en tres explotaciones de vacuno situadas en el distrito de Dunajská Stľeda, en la región de Trnava, en la cuenca del Danubio, fronteriza con Hungría.
Cabe destacar que Eslovaquia limita en su frontera sur con Hungría y Austria, al este con Ucrania, y al norte con Polonia y República Checa. Los últimos casos positivos detectados en las fronteras europeas habían sido en Alemania, al oeste de Polonia, República Checa y Polonia.
El caso de Eslovaquia se trata de tres explotaciones de bovino, dos de ellas de vacuno leche (censo de 790 y 1.311 animales respectivamente) y una explotación de novillas (670 animales), que comenzaron a mostrar los primeros signos clínicos el pasado 20 de marzo.
La sospecha fue comunicada ese mismo día a los servicios veterinarios de Eslovaquia que, inmediatamente, procedieron con la visita oficial, con toma y envío de muestras al Laboratorio Nacional de Referencia para la enfermedad, confirmándose en las mismas la presencia del virus de la fiebre aftosa hacia fines de la semana pasada.
Coyuntura de aftosa
Hay que recordar que el pasado 7 de marzo, las autoridades húngaras habían notificado la presencia de un foco de fiebre aftosa en Hungría, en una explotación de vacuno de leche en la frontera con Eslovaquia, en el Municipio de Győr. Los focos ahora detectados en Eslovaquia se encuentran dentro del radio de 25 km del foco de Hungría.
En enero 2025 se produjo en Alemania un caso de fiebre aftosa en una explotación de búfalos situada próxima a Berlín, manteniéndose una zona de restricción de 6 km alrededor del foco que se levantará previsiblemente el próximo 11 de abril.
No se ha detectado por el momento ninguna relación epidemiológica entre los focos de Alemania y Hungría, tratándose de cepas de virus diferentes. La cepa involucrada en los focos de Eslovaquia está pendiente de caracterización.

En Argentina
En nuestro país, desde que asumió el nuevo gobierno de Javier Milei, se ha puesto en duda la vacunación contra la fiebre aftosa, sobre todo en lo relacionado a la cantidad de cepas que la vacuna debe tener, es decir, si es necesario aplicar la tetravalente (cuatro cepas) que se aplica hoy en día en todos los bovinos al norte del Río Colorado o la bivalente (dos cepas) que una empresa quiere importar de Brasil.
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Obviamente la discusión no fue ni es científica o sanitaria, así como tampoco el papelón que hizo el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) la semana pasada, emitiendo una Resolución en el Boletín Oficial para ingresar carne con hueso en la Patagonia (zona libre de aftosa sin vacunación), normativa que horas después dejaron sin efecto por 90 días de manera extraoficial.
Aún no se sabe por qué el Gobierno Nacional insiste en romper con la barrera sanitaria de la Patagonia, región con el estatus sanitario más alto del país en relación al ganado bovino, pero los casos ocurridos en Europa durante este año obligan a repensar si es el momento indicado para cambiar las leyes argentinas.