La Unión Europea (UE) presentó su nuevo plan de crisis pensado para que sus ciudadanos estén listos ante cualquier desastre: una guerra en su territorio, una pandemia o hasta un apagón masivo. Pero lejos de generar tranquilidad, la movida despertó alarma en los 27 países del bloque.
La Unión Europea se blinda ante un mundo más peligroso
El contexto no es casualidad. Desde Bruselas, el mensaje es claro: el mundo es cada vez más inseguro y Europa tiene que estar preparada. Desde la invasión rusa a Ucrania hasta la creciente tensión con China, los líderes europeos sienten que no pueden contar con Estados Unidos como antes. Donald Trump ya dejó en claro que, si vuelve a la Casa Blanca, la OTAN no será su prioridad.
Ante esto, la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, lanzó la Estrategia de Preparación para Crisis, un plan con 30 medidas que van desde el refuerzo de la defensa hasta simulacros militares y la recomendación de que cada ciudadano tenga listo su propio kit de supervivencia de 72 horas.

Según el informe oficial, Europa enfrenta cuatro tipos de amenazas:
- Desastres naturales (inundaciones, incendios forestales, terremotos).
- Desastres provocados por el hombre (pandemias, accidentes nucleares).
- Amenazas híbridas (ciberataques, sabotajes, campañas de desinformación).
- Conflictos geopolíticos, es decir, el riesgo de una guerra en su territorio.
Un ejército más fuerte y una ciudadanía preparada
Para enfrentar estos escenarios, la UE planea tomar medidas en todos los frentes:
- Más armas y equipamiento: ya se aprobó un plan de rearme con 800.000 millones de euros.
- Estrategia de abastecimiento: stock de medicamentos, materiales estratégicos y provisiones esenciales.
- Clases de preparación en las escuelas: desde primeros auxilios hasta protocolos en caso de crisis.
- Ejercicios de simulación: fuerzas armadas, bomberos, médicos y policías harán entrenamientos periódicos.
- Creación de un centro de crisis de la UE para coordinar emergencias.
Además, algunos países como Francia y los nórdicos ya publicaron manuales para que sus ciudadanos sepan qué hacer ante un ataque nuclear.
El plan de la UE generó una ola de opiniones divididas. Mientras el 66% de los europeos cree que la UE debería asumir un rol más fuerte en su seguridad, otros sospechan que este discurso busca justificar el aumento del gasto militar.

"La idea no es asustar a la gente, sino dar tranquilidad", dijo la vicepresidenta Roxana Minzatu al presentar la estrategia en Bruselas. Pero entre tantas advertencias, planes de rearme y charlas sobre una posible guerra en el continente, la sensación de que intranquilidad ya está instalada.