La preocupación general alrededor del uso excesivo del celular crece y pareciera que la frustración por no poder soltarlo no tiene solución. Mientras scrolleamos contenido de menos de un minuto de duración 4 o 5 horas por día, nos preguntamos por qué perdemos tanto tiempo consumiendo contenido que "no nos aporta nada". En general nadie sabe cómo enfocar el problema. Lo que sí sabemos, por experiencia, es que los niveles de estrés, insomnio y ansiedad crecen conforme acumulamos horas frente al smartphone.
Pero, ¿y si en sí mismo, el uso del celular, no fuera el problema?. Un estudio de la Universidad de Austin, Texas, conducido por un grupo de investigadores especializados en Psicología y Marketing, mostró resultados que disparan esta pregunta y ponen en cuestión anteriores certezas.
¿En qué consistió el estudio?. Los investigadores quisieron medir cuáles son los efectos del uso diario del celular con acceso a internet en las personas, por lo que sometieron a dos grupos de individuos, 467 personas en total, a dejar de tener acceso a internet desde su celular por 2 semanas. Sí podían usar internet desde computadoras de escritorio o notebooks y también podían enviar y recibir mensajes de texto y realizar llamadas.

Por qué dos semanas sin celular mejora la salud mental
Los participantes instalaron una aplicación llamada Freedom que bloquea el acceso a internet -incluido el Wifi- durante dos semanas. Lo que descubrieron los investigadores tras hacer el estudio fue inquietante: con dos semanas de acceso bloqueado a internet solo desde el celular -los participantes podían utilizar internet desde computadoras-, la sensación de autocontrol sobre sus propias vidas creció, pudieron mejorar su sueño y creció el tiempo dedicado a las relaciones interpersonales, todos factores que en total, generaron una mejora psicológica significativa.
Es más, en el estudio, los investigadores encontraron que la declinación en el uso descontrolado de internet tuvo mejores resultados que la ingesta de antidepresivos y que la terapia cognitiva conductual, si se comparaba los efectos por mismo período de tiempo y en casos específicos, con una perspectiva social diferente a la que se utiliza en la psicología clínica, cabe señalar.

Los grupos mostraron que sus síntomas de ansiedad y depresión mermaron, sin distinción de edad, género o clase. Tras el experimento, la salud mental y la capacidad de enfocarse en tareas de los participantes mejoró, así como su habilidad cognitiva.
Es decir, contra las interpretaciones que critican el uso prolongado de pantallas como el principal generador de ansiedad e irritabilidad, este estudio mostró que en realidad, el acceso ilimitado a internet es el verdadero problema.
Si bien está comprobado que la exposición a pantallas durante tiempos prolongados es nociva, el constante bombardeo de notificaciones en los smartphones interfiere con la capacidad humana de prestar atención.

¿Tengo que dejar de usar el celular?
A la hora de buscar soluciones al uso excesivo de los smartphones, los investigadores proponen cualquier tipo de enfoque que no se base en la restricción o prohibición. Según su estudio, incluso mencionan que la restricción total del acceso a internet en los celulares es perjudicial y que lo ideal para mejorar la salud mental y física de los usuarios es exponerse a internet de forma moderada.
¿Cómo traducirlo a hechos concretos? Limitar el uso del celular -porque ya nadie tiene un teléfono móvil que no sea smartphone- a cierta cantidad de horas al día, o evitar usarlo cierto día de la semana -el elegido o designado para el descanso- está comprobado que trae beneficios.
Otra posible solución sería comenzar a tratar el uso excesivo del las aplicaciones ligadas a internet como un consumo problemático: en principio, el efecto que tiene en los cerebros de las personas es liberar dopamina, el neurotransmisor ligado a la sensación de placer. Todos experimentamos ese efecto "tranquilizador" y gozoso en los primeros momentos de exposición a los likes y reels de gatitos. Pero, por la misma razón, la actividad puede derivar en una adicción.