Este 2 de abril no pasará desapercibido. Ni este, ni ningún otro desde aquel de 1982 en el que Inglaterra fue Inglaterra y se adjudicó un espacio del territorio argentino: nuestras Islas Malvinas. La Guerra de Malvinas es un tema de conversación acabado, mas no por eso debemos dejar de traerlo a la mesa en cada una de las oportunidades que los argentinos tengamos para reivindicar nuestra soberanía.
En ese sentido, y a eso te convoco lector en esta oportunidad, siempre hay un libro para cada momento de la vida (mi vida; tu vida). Entonces, cómo no iba a ver una novela apasionada, llena de vida y transgresora sobre una cuestión tan sensible en el inconsciente colectivo como la Guerra de Malvinas.
Guerra de Malvinas: por qué leer 1982 de Sergio Olguín
Es una novela del maravilloso Sergio Olguín la nos convoca hoy: 1982 (de editorial Alfaguara). El autor de una de las novelas infaltables en la biblioteca de los argentinos, La fragilidad de los cuerpos, es también el creador de una pieza que recomiendo a chicos y no tan chicos, por la hidalguía de su narrativa y el corazón de sus personajes: El equipo de los sueños.

Sin embargo, no son estos libros los que nos convocan este 2 de abril, sino el transgresor 1982. Su nombre es por demás concluyente, pero no es la típica historia de Malvinas en la que hay un final feliz y solemne que pueda congraciarse con la historia de aquellos chicos que fueron a entregar su vida por la patria.
Esta historia cuenta como una familia es atravesada por la Guerra de Malvinas desde un costado perverso. Una historia cuyo desenlace puede dejarte sin aliento. Una historia que no pretende ser lo que otros pretenden que sean las memorias de esta guerra.
Sergio Olguín fue generoso y habló con este humilde servidor para ese insipiente y pujante portal para referirse a su novela en un día tan movilizante.

Sergio Olguín, autor de 1982, sobre la Guerra de Malvinas
Malvinas es un lugar incómodo, tanto geográfica como políticamente. Es difícil no referirse a la Guerra de Malvinas sin tener que hacer aclaraciones. Porque sentimos que es parte de Argentina, pero no compartimos la decisión de la dictadura, porque reivindicamos a los combatientes, pero difícil rescatar a los militares que antes de Malvinas (y algunos también durante) habían sido torturadores de otros argentinos. A mí particularmente, lo que más me interesa del conflicto bélico es cómo se vivía desde el resto del país, esa sociedad civil exitista, "patriotera" y superficial que confundía una guerra con un campeonato de fútbol.
Por otra parte, creo que Malvinas es un tema con muchas posibilidades literarias. No es un tema agotado, sino que vamos a seguir volviendo a esos días de 1982 muchas veces, porque la ficción se hace cargo de aquello que resulta complicado desde lo político o lo histórico.