Kaloian Santos Cabrera es un foroperiodista que desde hace trece años trabaja en el área de Cultura del Poder Ejecutivo y sus fotos fueron claves para identificar al gendarme que le disparó un cartucho de gas lacrimógeno al periodista Pablo Grillo durante la marcha de jubilados del 12 marzo. Hasta hoy, Pablo Grillo pelea por su vida en el Hospital Ramos Mejía.
Su contrato en la actual Secreataría de Cultura de la Nación se renovaba automáticamente cada tres meses pero recientemente su jefa le comunicó que no le iban a renovar aludiendo a una presunta reducción de personal, aunque el único en quedarse sin trabajo en la dirección de prensa fue él. Ahora denuncia que la orden "vino desde arriba".
"No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas", respondió Cabrera sobre la consulta que le hicieron periodistas de Futurock sobre si creía que la no renovación se debió a la foto que sacó durante aquella manifestación y que permitió identificar al gendarme que hirió a Pablo Grillo.

Durante la entrevista, el periodista contó que estaba como monotributista y que anualmente le renovaban su contrato, pero que a partir del gobierno de Javier Milei la modalidad cambió y comenzó a hacerlo cada tres meses.
"Desde que comenzó este gobierno, que empezaron cada tres meses a bajar listas, yo nunca caí en esas listas. En enero me tendrían que haber renovado por un año porque aprobé ese examen de idoneidad que hicieron a los estatales, a mis compañeros le llega el nuevo contrato por un año y a mí por tres meses. Cuando pido explicaciones, desde RR.HH. asumen que había sido un error de ellos, cuando exijo que vuelvan a hacerme un contrato, me dicen que era muy complejo, que ya estaba hecho y que no me preocupara que en abril automáticamente me renovaban contrato por un año", contó Kaloian.
Según relato el periodista, siguió trabajando pese al error administrativo, pero el pasado 31 de marzo estaba en su ofician "en el CCK", el ahora Palacio Libertad, cuando lo llamó la directora de prensa, su jefa en la Secretaría de Cultura, para comunicarle que "le habían bajado" su nombre para no renovarle el contrato.

"Cuando le pregunto por qué y qué había pasado, diciéndole que tenía ese antecedente, que estos mismos jefes de esta gestión me habían felicitado varias veces, me dijo que no, que no tenía que ver con mi trabajo, sino que había una reducción de personal. Pero era tan personal que en la parte de la dirección de prensa el único era yo. Ese 31 de marzo me mandan al mail personal, no institucional, notificándome que no me iban a renovar el contrato. Cuando fui al otro día, ya no podía pasar", detalló.
Según relató, dentro de la secretaría de prensa fue el único al que no le renovaron en esa tanda, pero dentro de la Secretaría de Cultura "hubo una docena de compañeros" a los que también dejaron sin trabajo, pero que la diferencia entre él y el resto es clara.
"Mi nombre viene desde arriba, no es de mi jefa inmediata que conoce mi nombre y ha hecho las listas anteriores. No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas", añadió.
Cabrera cree que su salida "no es solamente por esta foto" sino que también puede ser porque viene "ejerciendo el fotoperiodismo desde hace 20 años, cubriendo las marchas" y difundiendo su trabajo en las redes. "Es una consecuencia de un montón de estas cosas", afirma, pero aseguro que lo de Pablo Grillo "lo hace mucho más viral".
La fotografía que permitió identificar al gendarme que hirió gravemente a Pablo Grillo
Además, el fotógrafo recordó cómo fue el momento en que capturó el disparo y relató lo que vino despúes para ayudar a identificar al gendarme que le disparó a Pablo Grillo con un cartucho de gas lacrimógeno.
"Ese día hago la cobertura, estoy dentro de la Plaza, paralelo al pelotón de Gendarmería que está disparando, sin saber que a Pablo Grillo le había ocurrido eso. Yo me entero tres horas después. Al otro día, gracias al trabajo del Mapa de la Policía, logran determinar en menos de 24 horas de donde había salido el disparo", comentó.
Y continuó: "En ese momento cuando veo ese trabajo, recuerdo haber hecho una secuencia de fotos de un gendarme disparando en forma recta. En ese momento me cagué en las patas porque dije donde cayó esto, mató a alguien".

Explicó que se puso a buscar "de acuerdo a los datos que había y una de las fotos era un primer plano de ese gendarme" que él había visto y del que tenía "la secuencia que dispara de forma recta, donde se logra reconstruir el apellido, el grado" y que es el que lo había asustado.
"En ese momento tuve miedo porque no sabía qué hacer con la foto del gendarme. Pensé en represalias en mi trabajo, también en la historia de este país, lo que había pasado con (José Luis) Cabezas, un montón de cosas, pero se me vino la imagen de Grillo, luchando en una clínica y que eso me pudo haber pasado a mí y que la historia de Pablo Grillo, de un joven que quiere ser fotoperiodista que trabaja de mantenimiento en un hospital, que con sus ahorros se puede comprar una cámara usada, que va a cubrir eso aunque no tenga donde publicarla, y yo que tengo una carrera, ¿iba a ser tan cagón? dije 'no, que sea lo que sea, vamos para adelante'", explicó
A partir de ahí colaboró con el Mapa de la Policía y al otro día en sus redes publicó una reconstrucción de lo que él creía que había sido sin afirmar que era el momento de la agresión. "En silencio yo seguí laburando esta semana y a mí nunca me dijeron nada desde mi laburo. Así se manejan", reafirmó.
Por último, dijo que lo que más bronca le da de todo esto no es su salida de Cultura sino "que sea un caso para que aleccionen o amedrenten" al resto. Contó que se le han acercado otros compañeros a decirle que lo acompañaban, pero que "no van a salir más porque la cosa está fea". También le deseó "fuerza a Pablo Grillo" y que se vuelvan a "encontrar en la calle que es donde Pablo tiene que estar sacando fotos y no rehabilitándose en un hospital".