Dos mujeres oriundas de Rusia fueron demoradas en Neuquén por la Policía Federal en el marco de la investigación sobre la secta rusa, Ashram Shambala, liderada por Konstantin Rudnev y vinculada a un caso de trata de personas en Bariloche.
Diana S. y Natalia P. fueron interceptadas en un hostel de la capital neuquina tras ser denunciadas por una persona en el lugar. Agentes de la DUOF de la PFA realizaron una requisa y encontraron diez celulares, quince tarjetas de memoria y varias pelucas en su poder. El hallazgo, sumado a la investigación en curso, generó sospechas sobre su rol dentro de la organización.
El Juzgado Federal de Bariloche, a cargo del juez Gustavo Zapata, evaluará en las próximas horas si las mujeres seguirán detenidas. Mientras tanto, la fiscalía, encabezada por Fernando Arrigo, avanza con la imputación formal contra Rudnev y sus seguidores. Hasta el momento, hay trece personas detenidas y otras seis que fueron excarceladas pero continúan bajo investigación. Los arrestos recientes en los aeropuertos de Bariloche y el Aeroparque Jorge Newbery en CABA revelaron nuevas conexiones dentro del grupo.

Rudnev, un exmilitar siberiano de 57 años, fue condenado en 2013 a 11 años de prisión en Rusia por abusos contra sus propios seguidores. Las autoridades todavía intentan determinar cuándo llegó a la Patagonia y cuál era su objetivo. Según la causa, él y su grupo planeaban huir a Brasil con destino a San Pablo o Porto Alegre, después del nacimiento de un bebé de una joven rusa que dio a luz en el hospital Ramón Carrillo de Bariloche, acompañada por mujeres de su misma nacionalidad.
Ahora, la investigación busca esclarecer si las dos rusas demoradas en Neuquén eran víctimas de la secta rusa o formaban parte del esquema de captación y control. En operativos previos, dos mujeres que rodeaban a Rudnev en el aeropuerto de Bariloche fueron halladas en un estado alarmante: con signos de desnutrición y virtualmente calvas.
La secta rusa Ashram Shambala nació en Europa a fines de los ‘80 y mezclaba yoga con esoterismo. Sus métodos incluían manipulación psicológica, despojo de bienes y sumisión total al líder. Rudnev se presentaba como un dios alienígena de la estrella Sirio y en antiguos videos filtrados a la prensa se ve a sus seguidoras bailando desnudas en rituales extraños.

El avance de la causa dependerá en gran parte de la audiencia imputativa que estaba prevista para este jueves. El fiscal Arrigo solicitó una prórroga de 72 horas para ampliar la investigación. El juez Zapata otorgó la extensión, lo que significa que los acusados continuarán detenidos, incomunicados y con prohibición de salida del país, mientras sus pasaportes permanecen retenidos.
En paralelo, familiares de los acusados, incluyendo a Tamara, presunta pareja de Rudnev, se pusieron en contacto con dos abogados locales para coordinar sus defensas en Bariloche.
El cominezo de la investigación a la secta rusa
El caso comenzó el 21 de marzo, cuando un médico del hospital Ramón Carrillo alertó sobre el ingreso de una embarazada rusa de 22 años que despertó sospechas por su nerviosismo y el de sus acompañantes. Cuando se les preguntó por su parentesco y lugar de residencia, respondieron con evasivas y se retiraron abruptamente. La situación llevó al profesional a denunciar un posible caso de trata o turismo sanitario.
A partir de ese momento, la fiscalía dispuso una vigilancia en el hospital. Horas después, la joven regresó y fue sometida a una cesárea de urgencia, mientras sus acompañantes eran aprehendidas. Aunque fueron liberadas, la investigación continuó con allanamientos y operativos que culminaron en varias detenciones. En poder del líder de la secta rusa y sus seguidores se encontraron más de cien pastillas de cocaína, 14 mil dólares y una gran cantidad de teléfonos celulares.