Con la llegada del otoño, las temperaturas empiezan a bajar y las noches frescas invitan a buscar preparaciones como la sopa, que aportan calor y confort. No hay nada mejor que una preparación casera para reconfortar el cuerpo después de una jornada larga, y si es fácil y rápida de hacer, mucho mejor.
El tomate, además de ser una fruta versátil en la cocina, es una gran fuente de antioxidantes y vitaminas, ideal para reforzar el sistema inmunológico en esta época del año. Combinado con otros ingredientes básicos, se transforma en una sopa deliciosa, con un toque ahumado y cremoso que la hace irresistible.
Esta receta es perfecta para quienes buscan una opción rica y reconfortante sin demasiadas complicaciones. En sólo cuatro pasos, y con ingredientes accesibles, podés preparar una sopa de tomate que te va a sorprender y se va a convertir en un clásico de tus noches de otoño.

Sopa de tomate en 4 pasos
Ingredientes:
- 4 tomates maduros
- 1 cabeza de ajo
- 1 cebolla
- 1 morrón
- Crema de leche o vegetal
- Agua o caldo de verduras
- Sal y pimienta a gusto
- Aceite de oliva

Preparación:
- Cortá los tomates en mitades, la cabeza de ajo al medio, la cebolla y el morrón en trozos grandes. Disponelos en una placa para horno, agregales un chorrito de aceite de oliva y hornealos a 200°C hasta que estén tiernos y algo tostados.
- En una olla grande, sofreí un poco de ajo picado y cebolla en aceite de oliva hasta que estén dorados. Agregá agua o caldo de verduras caliente y dejá que tome sabor.
- Sumá a la olla las verduras asadas y cociná por unos minutos para que se integren bien los sabores.
- Mixeá todo hasta obtener una textura homogénea y cremosa. Incorporá la crema de leche o vegetal, mezclá bien y corregí la sazón. Serví caliente y disfrutá.

El origen de la sopa de tomate
La sopa de tomate tiene una larga historia y su origen se remonta a la cocina mediterránea y latinoamericana, donde el tomate es un ingrediente fundamental. En Europa, particularmente en España e Italia, se utilizaba en sopas rústicas que combinaban hortalizas de estación con especias. En Argentina, con la fuerte influencia de la inmigración italiana y española, la sopa de tomate se adaptó a los ingredientes locales y se convirtió en una opción ideal para los días fríos.
Hoy en día, esta sopa sigue siendo un clásico en muchos hogares y su versatilidad permite que cada cocinero le dé su toque personal. Ya sea con una textura más rústica o bien cremosa, con hierbas frescas o especias, sigue siendo una elección deliciosa y reconfortante para las noches otoñales.