Lunes negro en las principales bolsas de Asia y Europa. Los mercados registraron fuertes caídas ante el temor creciente a una recesión a gran escala, provocada por la intensificación de la guerra comercial tras los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a sus principales socios. La reacción de los inversores fue inmediata y generalizada, con desplomes históricos en varios mercados.
El término "lunes negro" surge de la jornada financiera del lunes 19 de octubre de 1987, cuando los mercados de valores de todo el mundo se desplomaron. Ese día la bolsa de Wall Street cayó un 22,6%, la mayor pérdida porcentual diaria de su historia, incluso superior a la de 1929, cuando ocurrió el famoso crack financiero que dio lugar a la Gran Depresión.
Esta caída del mercado de valores no fue provocada por un solo evento, sino por una combinación de factores. Uno de los motivos fue que, tras la crisis del petróleo de 1979, y en plena primera guerra del Golfo entre Irak e Irán, el crecimiento económico se había desacelerado mientras crecía la inflación. A esto se sumaba que la fortaleza del dólar perjudicaba a las exportaciones estadounidenses y el mercado de valores y la economía divergían por primera vez en el mercado alcista.

Esto, en un contexto donde el el comercio computarizado estaba dando sus primeros pasos. La digitalización de la bolsa fue un gran responsable: la automatización de las órdenes de compra o venta activadas por índices de referencia tendía a producir más órdenes de compra cuando los precios subían y más órdenes de venta cuando los precios bajaban. Los desbarajustes en las órdenes de compra y venta de valores aumentaron la confusión de los inversores, provocando un desequilibrio de precios que desembocó en el lunes negro.
El lunes negro de 1987 no tuvo un impacto demasiado fuerte en la economía estadounidense, en gran medida porque la Reserva Federal de EE. UU. intervino rápidamente en el mercado para recortar los tipos de interés y gestionar la liquidez del mismo mediante el aumento de los préstamos y la realización de compras en mercados abiertos.
Lunes negro: otras grandes caídas de la bolsa en la historia
Crac del 29
La primera gran caída de la bolsa de Wall Street, que generó un reajuste a nivel mundial y dio lugar a la Gran Depresión, fue el 24 de octubre de 1929, conocido como el "Jueves Negro", con una caída del 9%. Esto se profundizó la semana siguiente, cuando se generaron el primer "lunes negro" y "martes negro" por una caída de la bolsa que alcanzó el 13% y 12%.
El origen de esta caída se vincula con la situación que dejó la Primera Guerra Mundia. Estados Unidos era el principal país productor y exportador mundial de materia prima, productos industriales y alimenticios. Sin embargo, el gran endeudamiento que alcanzaron las principales naciones con ese país originó que Europa suspendiera las compras a la potencia, por lo que había una oferta desmedida y una escasa demanda.

Burbuja puntocom
El comienzo del milenio presenció la deflación de la burbuja tecnológica causada por inversores de capital riesgo que invirtieron en empresas sin experiencia. Esto generó la quiebra de decenas de startups. Desde un récord de 5048,62 puntos el 10 de marzo de 2000, el índice Nasdaq estadounidense, con un fuerte componente tecnológico, perdió un 39,3 % de su valor a lo largo del año.
El período entre 1997 y 2001 fue marcado por la fundación de un nuevo grupo de compañías basadas en Internet. Una combinación de un veloz aumento de precios de las acciones, la especulación individual y la gran disponibilidad de capital de riesgo crearon un ambiente exuberante. El estallido de la llamada "burbuja.com" marcó el principio de una relativamente suave, pero larga recesión en las naciones occidentales.
Crisis del 2008
El desplome bursátil de 2008 comenzó en septiembre, cuando el índice Dow Jones cayó 777,68 puntos en el trading intradía. Una pérdida en la confianza de los bancos por parte de prestamistas generó una serie de subidas de los tipos de interés que afectó gravemente a Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión más grande, que anunció su bancarrota.

La Reserva Federal de Estados Unidos presentó un proyecto de ley de rescate bancario al Congreso, pero fue rechazado. Ese fue el detonante del desplome, pero las causas se habían ido acumulando a lo largo del año anterior, culminando en la crisis financiera mundial que marcó el comienzo de un quiebre en la era del capitalismo moderno.
Desplome por pandemia
El inicio de 2020 trajo consigo la pandemia de coronavirus, que por distintos motivos generó una de las grandes caídas del mercado a nivel mundial. El 5 de marzo la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recomendó intensificar los recortes de producción hasta finales de ese año debido a la disminución de la demanda provocada por el brote mundial de Covid-19.
Sin embargo, Rusia rechazó el acuerdo afirmando que este recorte daría a EE. UU. la oportunidad de llenar el vacío. Como consecuencia, Arabia Saudita inició una guerra sobre los precios del petróleo para hacerse con una mayor cuota de mercado. Al día siguiente, los precios del petróleo cayeron casi un 9%. Esto se sumó a la caída generalizada de los valores del mercado debido a las medidas de aislamiento.