Después de más de cuatro meses de idas y vueltas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este miércoles que llegó a un acuerdo técnico con el Gobierno argentino para destrabar un préstamo de 20 mil millones de dólares. El nuevo programa, que tendrá una duración de cuatro años, ahora debe ser aprobado por el Directorio del organismo, que lo pondrá sobre la mesa este viernes.
Según el comunicado del Fondo, el acuerdo se da gracias a los "avances iniciales" que mostró el plan económico que impulsa el oficialismo, con una política fiscal dura, inflación en baja y un reacomodamiento de algunas variables que entusiasma a los técnicos del organismo. Pero también avisaron que se viene una nueva etapa con más reformas y una consolidación de la estabilidad macro, que no será gratis ni sencilla.

"El programa busca respaldar la siguiente fase de la agenda de estabilización y reformas de Argentina, fortalecer la sostenibilidad externa y generar un crecimiento más sólido y duradero", destacó el propio FMI.
Cómo son los próximos pasos con el FMI
Con el aval técnico ya resuelto, la pelota pasa al Directorio del FMI, que deberá dar luz verde al préstamo y, sobre todo, definir cuánto desembolsan y cuándo. La Casa Rosada ya dejó en claro que quiere todos los dólares disponibles, sin restricciones, y que no se resten los intereses futuros. El objetivo central es reforzar las reservas del BCRA, que siguen en rojo, y tener más margen para enfrentar la volatilidad externa.
El primer giro podría estar entre 10 mil y 12 mil millones de dólares, es decir entre el 50% y el 60% del total. Ese dato se sabrá el viernes, cuando se cierre la negociación política con los representantes de los países que integran el board.

Mientras tanto, en el Gobierno siguen barajando otras opciones para sumar dólares: conversaciones con bancos por un nuevo REPO, gestiones para refinanciar los vencimientos del swap con China y contactos con organismos multilaterales.
Un acuerdo en un contexto complicado
El anuncio del FMI llega en medio de un contexto global difícil, con los mercados sacudidos por las amenazas arancelarias de Donald Trump. En este sentido, el objetivo del Gobierno es que este nuevo préstamo le sirva para ordenar el plano financiero, bajar la presión sobre el dólar y empezar a liberar el cepo cambiario en alguna medida.