El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó la identificación de los restos de Virginia Beatriz Tempone, una joven estudiante de Derecho y militante política secuestrada durante la última dictadura cívico-militar. Tenía 21 años y vivía en Mar del Plata al momento de su desaparición, ocurrida el 26 de enero de 1977.
Según informó el EAAF, los restos de Tempone fueron enterrados en una fosa común del Cementerio Municipal de Avellaneda y, tras ser exhumados en 1989, pudieron ser identificados recientemente gracias a muestras de ADN aportadas por su familia. Luego de la restitución, fueron trasladados a Alicante, España, donde reside actualmente su entorno más cercano.
La investigación determinó que Virginia fue asesinada el 5 de abril de ese mismo año en Avellaneda, en la zona de Acceso Sudeste y Arroyo Santo Domingo, junto a Guillermo Enrique Pérez y Carlos Alberto Waitz, cuyos restos habían sido identificados en 2009 y 2012, respectivamente.
La identificación de Tempone se suma a otro caso reciente que involucra a víctimas del terrorismo de Estado. A fines de marzo, el EAAF también restituyó los restos de Antero Daniel Esquivel, un inmigrante paraguayo secuestrado el 2 de febrero de 1977 en su casa de Villa Caraza, Lanús, por un grupo de tareas. Fue detenido en el centro clandestino de detención Vesubio y asesinado ese mismo año.
Esquivel, electricista y militante de la Juventud Obrera Católica (JOC), fue además uno de los fundadores del Equipo Pastoral Paraguayo en Argentina (EPPA), que brindaba contención a migrantes de su país. Su familia había denunciado su desaparición ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) sin obtener respuestas. En 2005, fue exhumado de una fosa común en el Cementerio de Lomas de Zamora, aunque su identidad recién pudo ser confirmada al contactarse con su hermana Genoveva, quien aportó muestras genéticas para el cotejo.

Desde su creación en 1984, el Equipo Argentino de Antropología Forense ha desarrollado una labor clave en la recuperación de cuerpos y la restitución de identidades de víctimas de la dictadura. Gracias a su trabajo en 16 provincias, Ciudad de Buenos Aires, y en países como Uruguay y Paraguay, se han podido localizar restos óseos vinculados con crímenes de lesa humanidad.
Según datos del propio EAAF, ya se logró la identificación de casi 700 personas con cuerpo, más de 140 a través de huellas dactilares (sin hallazgo de restos), y aún quedan cerca de 800 personas desaparecidas sin identificar. La mayoría de las víctimas identificadas fueron secuestradas entre 1976 y 1977, años en los que se concentró el mayor número de desapariciones forzadas.
"En una porción muy significativa, se ha logrado la identificación de personas denunciadas como desaparecidas. Al mismo tiempo, se identificaron víctimas de la represión registradas oficialmente pero cuyos cuerpos no pudieron recuperarse, en muchos casos porque fueron trasladados al osario de los cementerios", explican desde el equipo forense.