En un calendario repleto de efemérides curiosas, homenajes emotivos y celebraciones absurdas, el 11 de abril se lleva un título tan particular como desganado: es el día más aburrido del año. ¿Quién lo decidió? ¿Por qué? ¿Y qué tiene este jueves de abril para ser tan… meh? Tranquilo, ya te lo contamos (aunque, te advertimos, no va a ser la nota más emocionante que leas hoy).
Todo comenzó con un grupo de investigadores británicos del proyecto True Knowledge (hoy conocido como Evi), que allá por 2010 se pusieron a analizar una base de datos con más de 300 millones de eventos históricos. Su misión: detectar qué día de la historia reciente había sido el más intrascendente de todos. Ni guerras, ni nacimientos de celebridades, ni tragedias, ni descubrimientos científicos, ni goles de último minuto. Nada.
El resultado: 11 de abril de 1954. Ese día, según sus algoritmos, no pasó absolutamente nada que valiera la pena destacar. Ningún hecho relevante quedó registrado en los diarios, nadie famoso nació ni murió, ningún invento cambió el rumbo de la humanidad. Básicamente, fue un domingo donde la historia se tomó franco.

El día más aburrido del año: una efemérides con poco marketing
Desde entonces, cada 11 de abril quedó marcado con esa etiqueta medio triste, medio graciosa: el día más aburrido del año. Una jornada que no tiene ni el marketing del “Blue Monday”, ni la épica de un feriado, ni siquiera un buen meme que lo salve. Apenas una anécdota nerd que con los años fue cobrando vuelo en redes sociales.
Claro que todo esto es bastante relativo. Si sos fanático del bajo perfil, puede que esta sea tu fecha favorita. Y si justo hoy tenías un cumple, un casamiento o el primer día en un nuevo laburo, te pedimos perdón: no es nada personal, es puro algoritmo.

Así que ya sabés, si este 11 de abril sentís que no pasa nada, no sos vos: es el calendario. Aunque, mirá vos, capaz lo más emocionante del día sea enterarte que existe un día oficialmente aburrido.
