Cuando se habla de ñoquis, lo primero que se viene a la mente es el clásico plato del 29, con su masa de papa y esa costumbre casi religiosa del billetito bajo el plato. Pero esta versión llega para patear el tablero sin perder la esencia: ñoquis caseros con relleno de calabaza, un giro tan delicado como sabroso que sorprende desde el primer bocado.
La masa sigue siendo la de siempre, esa que lleva papa, harina y huevo, bien esponjosa y lista para abrazar lo que venga. Pero en lugar de acompañar la calabaza con una cuchara al costado del plato, acá la escondemos en el corazón de cada ñoqui. El resultado es un centro cremoso y ligeramente dulce que combina a la perfección con una buena salsa salada o un toque de manteca y salvia.
Ideal para un almuerzo familiar o para agasajar a alguien especial, estos ñoquis rellenos no solo renuevan la tradición, sino que también demuestran que en la cocina todavía hay lugar para la sorpresa.
Ñoquis: una historia de costumbre, fe y buena comida
La tradición de comer ñoquis el 29 de cada mes tiene raíces italianas, pero encontró en Buenos Aires un terreno fértil para volverse rito. El origen se remonta a la historia de San Pantaleón, quien ofrecía su comida a los más necesitados. Desde entonces, los ñoquis se volvieron símbolo de abundancia y buena fortuna. En muchas casas, el billetito debajo del plato sigue siendo infaltable, como si cada porción viniera con una promesa de prosperidad.
Cómo hacer ñoquis de papa rellenos de calabaza
Ingredientes para la masa:
- 1 kg de papas
- 1 huevo (obviar para una versión sin ingredientes de origen animal)
- 1 1/2 taza de harina (aproximadamente)
- 1/2 cucharadita de sal
- Harina extra para armar los ñoquis
Para el relleno de calabaza:
- 1 calabaza chica o media grande
- 2 cucharadas de queso crema o ricota (para variantes veganas, usar tofu o reemplazos al queso crema que sean de origen vegetal)
- Sal, pimienta y nuez moscada a gusto
- Queso rallado (opcional)
Preparación:
1. Cocinar las papas: pelalas, cortalas y hervilas hasta que estén bien tiernas. Hacé un puré sin grumos y dejalo enfriar.
2. Armar la masa: mezclá el puré de papa con el huevo y la sal. Agregá la harina de a poco hasta formar una masa suave que no se pegue. No amases de más para que no se pongan duros.
3. Preparar el relleno: pelá la calabaza, sacale las semillas y cocinala al horno o al vapor hasta que esté tierna. Hacela puré y mezclala con el queso crema o ricota, sal, pimienta y un toque de nuez moscada. Podés sumarle queso rallado para darle más cuerpo y sabor. Dejá enfriar.
4. Formar los ñoquis: tomá porciones de masa y formá bolitas de unos 2 cm. Haceles un huequito con el dedo, colocá una cucharadita de relleno de calabaza y cerralas bien, sellando con cuidado para que no se escape nada al hervir.
5. Cocinar: llevá a hervir una olla con abundante agua y sal. Agregá los ñoquis y esperá a que floten: ahí ya están listos.
6. Servir: retiralos con espumadera y servilos con salsa de tomate casera, manteca y salvia, o una crema de quesos. La suavidad del relleno combina perfecto con sabores intensos.
Estos ñoquis rellenos de calabaza son un guiño a la tradición, pero con una vuelta creativa que invita a reversionar lo conocido. Una receta que demuestra que, incluso en lo más clásico, hay espacio para la imaginación.
