La recientemente finalizada campaña 2023/24 dejó el tercer mayor volumen de crushing de soja de la historia, que, a partir de una mejor tasa de extracción, generó el segundo mayor nivel de producción de aceite.
Al mismo tiempo, debido a la gran competitividad de los suministros de nuestro país y a un menor consumo relativo para la producción de biodiesel, se logró el récord de exportaciones con 6,4 millones de toneladas (MTn).
Las perspectivas para el ciclo que comienza muestran resultados no tan positivos, ya que ante la proyección de una caída en la cosecha de la oleaginosa en nuestro país (que según GEA-BCR, retrocederá de 50 a 45,5 MTn respecto al ciclo pasado).
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A esto además se le suma las complicaciones productivas en Paraguay, que limitaría las importaciones, la oferta disponible de materia prima para la industria aceitera se reducirá, limitando la producción.
Aceite de soja
El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indica que de acuerdo con estimaciones propias, el volumen de soja industrializada se ubicaría en la campaña 2024/25 en torno a los 41,5 MTn. De esta manera, la disminución con respecto a la campaña previa sería del 3,5%, sin embargo, quedaría un 14% por encima del promedio de las últimas cinco campañas, de 36,4 MTn.

Como resultado del procesamiento proyectado de poroto de soja, se producirían cerca de 8,2 MTn de aceite de soja, una caída de cerca de 400.000 toneladas respecto al volumen producido en la 2023/24. En comparación con el promedio de las últimas 5 campañas, este volumen sería 800.000 toneladas superior.
Harina de soja
Considerando el volumen de crushing por solvente de 40 MTn, la producción 2024/25 de harina de soja se estima en 30,4 MTn, una caída del 3,6% con respecto a la campaña anterior, 3,2 MTn por encima del promedio de las últimas 5 campañas y ubicándose en el cuarto lugar del ranking histórico, liderado por las 34 MTn alcanzadas en el ciclo 2014/15.

En cuanto a la demanda, Argentina tiene un perfil marcadamente exportador. En el último lustro, cerca del 95% de la producción es vendida al exterior para su posterior consumo o agregado de valor en otros países.
Para la campaña 2024/25, Argentina consolidaría la recuperación de su lugar de liderazgo como exportador mundial de harina de soja, luego del traspié de la 2022/23 cuando cedió el primer puesto a Brasil como consecuencia de la histórica sequía. Así, las exportaciones se proyectan en 29 MTn, un 3,6% por debajo de la campaña anterior, y un 12% por encima del promedio del último quinquenio.