Se acerca Semana Santa y con ella vuelve una de las costumbres más dulces del calendario: los huevos de Pascua. Aunque en los supermercados abundan las opciones, hay algo especial en hacerlos en casa. No solo por el sabor —que siempre es superior cuando uno lo prepara con sus propias manos— sino por la experiencia compartida, especialmente con los más chicos.
La buena noticia es que no hace falta ser maestro chocolatero ni tener utensilios sofisticados. Con pocos ingredientes y un poco de paciencia, se pueden hacer huevos de Pascua caseros que no tienen nada que envidiarle a los industriales. Y de paso, se evita el golpe al bolsillo que suele venir con los precios de góndola.
En esta nota te contamos cómo hacer la receta más sencilla y rendidora para que no falte chocolate en tu mesa de Pascua.

Un poco de historia: ¿por qué comemos huevos de Pascua?
La tradición de regalar huevos durante la Pascua tiene raíces muy antiguas. Mucho antes del cristianismo, ya se consideraba al huevo como símbolo de fertilidad y renacimiento. Con el tiempo, el cristianismo adoptó este símbolo para representar la resurrección de Jesús.
En Europa del Este, por ejemplo, se decoraban huevos reales con tintes naturales. Más adelante, en Francia y Alemania, comenzaron a vaciar huevos de gallina para rellenarlos con chocolate o sorpresas. Pero fue recién a fines del siglo XIX, con la industrialización del chocolate, cuando nacieron los huevos de Pascua tal como los conocemos hoy: huecos, de chocolate y con regalitos adentro.
En Argentina, esta costumbre llegó de la mano de los inmigrantes europeos y se popularizó rápidamente. Hoy en día, es casi impensado pasar una Semana Santa sin ese clásico intercambio de huevos de Pascua, grandes o chicos, caseros o comprados.

Receta clásica de huevos de Pascua caseros
Ingredientes (para 2 huevos medianos):
- 500 g de chocolate cobertura (puede ser semiamargo, con leche o blanco)
- Moldes para huevo de Pascua
- Pincel de silicona (opcional, pero ayuda mucho)
- Sorpresas para el interior (confites, caramelos, juguetes, etc.)
Paso a paso:
- Derretir el chocolate. Puede ser a baño María o en microondas (de a intervalos de 30 segundos, mezclando bien). Es clave que no se queme.
- Templar el chocolate. Este paso es opcional pero mejora el brillo y la textura. Se logra enfriando el chocolate sobre mármol o con movimientos envolventes hasta que baje la temperatura (alrededor de 28°C).
- Rellenar los moldes. Con el chocolate ya derretido, cubrir bien el interior del molde con una capa pareja. Llevar a la heladera unos minutos hasta que endurezca y repetir el proceso 2 o 3 veces.
- Desmoldar. Cuando esté bien firme, desmoldar con cuidado. Si hace falta, usar un repasador tibio para ayudar a que se desprenda sin romperse.
- Unir las mitades. Calentar levemente los bordes y presionar ambas mitades para cerrarlas. Podés decorar los bordes con glasé, chocolate blanco o confites.
Variante vegana (sin lácteos ni productos animales)
Ingredientes:
- 500 g de chocolate vegano (libre de leche y derivados)
- Moldes y sorpresas veganas (hay caramelos y confites aptos en dietéticas o tiendas especializadas)
El procedimiento de estos huevos de Pascua es exactamente igual al de la receta tradicional. Solo asegurate de que tanto el chocolate como los rellenos sean 100% libres de ingredientes de origen animal. En algunas dietéticas incluso venden chocolate vegano con almendras, quinoa inflada o frutas secas, ideales para darle un toque gourmet.

¿Y si no tengo chocolate cobertura?
Si no querés usar chocolate cobertura o simplemente preferís hacerlo con chocolate amargo del que se consigue en cualquier almacén o súper, también se puede. Lo ideal es usar chocolate con al menos 60-70% de cacao, ya que derrite bien y solidifica con buen cuerpo.
Cantidad recomendada:
Usá 500 gramos de chocolate amargo en barra, que te va a rendir para dos huevos medianos, aproximadamente.
Preparación:
- Picá bien fino el chocolate para que se derrita de manera pareja.
- Derretí a baño María o en el microondas, siempre cuidando que no se queme. Si lo hacés a baño María, asegurate de que el recipiente no toque el agua.
- Una vez derretido, seguí el mismo proceso que con el chocolate cobertura: templado (si querés un mejor acabado) y luego al molde.
Este tipo de chocolate suele ser más económico que el cobertura y le da un sabor más intenso al huevo. Además, si querés podés mezclarlo con un poco de azúcar impalpable (1 cucharada por cada 100 g) mientras lo derretís, para suavizar el amargor sin perder la esencia.
Hacer huevos de Pascua caseros es una forma linda y rica de revivir una tradición que nos une. Ya sea para compartir en familia o para regalar, es una costumbre que vale la pena mantener. Y si se puede hacer en casa, mejor todavía.