El fallecimiento del Papa Francisco marca el fin de una era histórica para la Iglesia Católica y también para la Argentina. ¿Será su sucesor otro argentino? ¿Cuáles son las posibilidades de que eso suceda?
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en 1936, fue el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en alcanzar el trono de San Pedro. Su muerte no solo deja un profundo vacío en el Vaticano, sino que también abre interrogantes sobre el futuro de la Iglesia y, en particular, sobre la posibilidad de que otro argentino sea elegido Papa.
El foco ahora se traslada al Colegio Cardenalicio, el órgano responsable de elegir al próximo Pontífice. Si bien no hay certezas sobre el perfil que tendrá el sucesor de Francisco, lo cierto es que Argentina cuenta con cuatro cardenales con derecho a voto en el próximo cónclave. En este contexto, muchos se preguntan: ¿podrá haber otro Papa argentino?

Qué es el Colegio Cardenalicio y cómo se elige un nuevo Papa
Ante la muerte del Papa, se pone en marcha un proceso muy específico y milenario. El Vaticano declara oficialmente la sede vacante y convoca a todos los cardenales menores de 80 años a participar del cónclave, una reunión secreta donde se elige al nuevo Papa. Este proceso está regido por normas precisas, establecidas en documentos como la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
El Colegio Cardenalicio está compuesto por todos los cardenales de la Iglesia Católica, aunque sólo los menores de 80 años tienen derecho a participar en el cónclave. Actualmente, hay 8 cardenales argentinos, de los cuales 4 están habilitados para votar en la elección del nuevo Pontífice.
Los cardenales argentinos con derecho a voto
La Argentina, como país, ha adquirido una relevancia significativa en el escenario eclesiástico global desde que el Papa Francisco fue elegido en 2013. Si bien las posibilidades de un nuevo Papa argentino no son altas, hay figuras destacadas dentro del Colegio Cardenalicio que podrían tener un rol clave en la elección que se avecina.
Ángel Sixto Rossi: el cardenal de las periferias
Miembro de la Compañía de Jesús, Ángel Sixto Rossi es uno de los cardenales más cercanos al estilo pastoral del Papa Francisco. Nacido en Córdoba, se ha destacado por su trabajo social con los más vulnerables. Fundó la ONG Manos Abiertas, que se dedica a brindar contención a personas en situación de calle y asistencia a quienes viven en la exclusión.
Rossi fue nombrado arzobispo de Córdoba en 2021 por el propio Francisco, y su figura fue ganando relevancia por su enfoque comprometido, humilde y muy cercano a las “periferias existenciales”, concepto clave del pontificado de Bergoglio. En el ámbito del Vaticano, es visto como un pastor antes que como un político eclesiástico, algo que puede jugarle a favor o en contra dependiendo del perfil que busque el cónclave.

Su pertenencia a la Compañía de Jesús también lo acerca a la figura del Papa Francisco, aunque hay quienes consideran que, justamente por haber tenido un Papa jesuita recientemente, es poco probable que se repita esa elección.
Mario Aurelio Poli: el sucesor de Bergoglio en Buenos Aires
Mario Aurelio Poli fue el elegido por el Papa Francisco para ocupar el Arzobispado de Buenos Aires tras su partida al Vaticano. Si bien gozó de cierta confianza papal, su figura fue perdiendo peso con el paso del tiempo debido a algunas polémicas en su gestión.
Poli ha sido cuestionado por sectores internos de la Iglesia argentina, aunque se reconoce su trabajo en el diálogo interreligioso y en la promoción de la pastoral en zonas periféricas. Su perfil más institucional y reservado le impide captar el entusiasmo de sectores más progresistas, mientras que su vinculación con Francisco podría incomodar a los sectores conservadores.

Con 77 años, está muy cerca del límite de edad para participar en el cónclave y su influencia en la Curia es más simbólica que real. No obstante, es uno de los nombres conocidos del ámbito eclesiástico argentino.
Vicente Bokalic Iglic: una figura en ascenso
El obispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic Iglic, fue nombrado cardenal en diciembre de 2024, en uno de los últimos consistorios convocados por el Papa Francisco. Su inclusión en el Colegio Cardenalicio sorprendió a muchos, pero fue leída como una señal clara del Papa Francisco para seguir priorizando a pastores cercanos al pueblo.
Bokalic ha desarrollado una intensa labor pastoral en el norte argentino, una de las regiones más empobrecidas del país. Con un enfoque claro en la opción por los pobres, su figura encarna ese modelo de Iglesia “en salida” que tanto impulsó Bergoglio.

Si bien su nombre todavía no suena fuerte a nivel internacional, su presencia en el cónclave podría ser determinante, ya sea como votante o como parte de algún bloque que impulse un perfil latinoamericano o progresista.
Víctor Manuel Fernández: el teólogo del Papa
Probablemente el cardenal argentino más influyente en la Curia Vaticana en este momento, Víctor Manuel Fernández —más conocido como “Tucho”— fue nombrado en 2023 como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, uno de los cargos más importantes del Vaticano.
Su cercanía con Francisco es total: fue su asesor teológico durante años y uno de los principales arquitectos del pensamiento del Papa. Su perfil académico y sus posturas progresistas, como la aprobación de las bendiciones a parejas del mismo sexo, lo han convertido en una figura tan influyente como controvertida.

Para muchos sectores conservadores, Fernández representa una continuidad indeseada del modelo del Papa Francisco, mientras que para otros simboliza la posibilidad de una Iglesia más abierta e inclusiva. Su nombre no figura entre los favoritos, pero nadie duda de su peso en el cónclave, ya sea como votante, articulador o incluso como eventual “papable”.
¿Puede haber otro Papa argentino?
Desde la muerte del Papa Francisco, la especulación sobre su sucesor no se hizo esperar. Aunque la elección de otro argentino no está descartada, las probabilidades no parecen altas. Hay varias razones que explican esto.
Por un lado, muchos dentro del Vaticano consideran que no es el momento de repetir un Papa latinoamericano, especialmente si se busca marcar una diferencia con el legado del Papa Francisco. La presión por elegir un Papa africano o asiático también es cada vez más fuerte, en consonancia con el crecimiento del catolicismo en esos continentes.
Además, dentro del propio Colegio Cardenalicio, los cardenales argentinos no forman un bloque de poder sólido ni tienen una estrategia común. Si bien todos gozan de cierto reconocimiento, ninguno aparece hoy como favorito en las quinielas vaticanas.
Los posibles perfiles del nuevo Papa
Más allá de las figuras argentinas, el foco está puesto en qué tipo de Iglesia quieren los cardenales que vote el nuevo Pontífice. Existen dos grandes tendencias:
- Continuidad con el Papa Francisco: sectores progresistas y latinoamericanos que buscan profundizar las reformas iniciadas por Bergoglio, como la descentralización de la Curia, el rol de las mujeres y una mayor apertura pastoral.
- Retorno a un modelo más conservador: sectores europeos y africanos que desean una Iglesia más centrada en la doctrina tradicional, con menos protagonismo político y más firmeza en cuestiones morales.
Dependiendo de cuál de estas tendencias predomine, las chances de un argentino como sucesor del Papa Francisco podrían crecer o desvanecerse rápidamente.
La herencia de Francisco
El Papa Francisco deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica. Fue un Papa que rompió moldes: renunció a vivir en el Palacio Apostólico, eligió el nombre de un santo pobre y caminó en medio de conflictos globales con un mensaje de paz, humildad y justicia social.
El pontificado del Papa Francisco estuvo marcado por una reforma pastoral, que puso el acento en los pobres, los migrantes, el cuidado del planeta y el diálogo interreligioso. También enfrentó resistencias internas, especialmente por sus posiciones sobre la sexualidad, la moral y la estructura de poder dentro de la Iglesia.
El próximo Papa deberá decidir cuánto de esa herencia conserva y cuánto modifica, y en esa encrucijada se jugará buena parte del futuro de la institución.