Como si se tratara de una profecía, la película Cónclave, estrenada en 2024, anticipó la muerte del Papa Francisco. Lo mismo sucedió con Habemus Papam, que en 2011 predijo que el sumo pontífice Benedicto XVI renunciara al papado.
En primer lugar, el ejemplo de Cónclave es claro. El film, que se llevó el Oscar a Mejor Guion Adaptado, trata de la muerte del Papa y la ceremonia que se lleva a cabo para la elección de un nuevo líder católico. El nombre de la película se debe a que es una de las ceremonias más antiguas de la Iglesia Católica, en la que se decide quién será el nuevo Obispo de Roma ante el fallecimiento o renuncia del anterior.
El film no tuvo buena recepción por parte de la Iglesia Católica. Por ejemplo, John Mulderig, de OSV News, señaló: "Todos los cinéfilos comprometidos con los credos de la iglesia deberían abordar esta producción seria, visualmente atractiva pero manipuladora (y a veces sensacionalista) con precaución. Es una película con turbios valores morales".

Lo curioso de esto es que la película se estrenó poco antes de que el Papa Francisco fuera internado en el Hospital Gemelli de Roma. Su mensaje fue mal tomado por parte de algunos de los miembros de la Iglesia, ya que se podría leer como una especie de presagio sobre el destino del pontífice argentino.
El otro caso es un poco menos conocido. La película Habemus Papam de Nanni Moretti narra la historia de un pontífice elegido en la ceremonia que se niega a soportar el peso de tal responsabilidad. Mientras la inquietud se apodera del mundo católico, en el Vaticano se busca desesperadamente una solución para superar la crisis.

Coincidentemente, el film predice lo sucedido con Joseph Aloisius Ratzinger, más conocido como Benedicto XVI, quien renunció al pontificado el 28 de febrero de 2013, convirtiéndose así en la primera renuncia papal en casi 600 años.
La decisión de Benedicto XVI se debió a su avanzada edad y al deterioro de sus fuerzas físicas y mentales. Tras la renuncia, Benedicto XVI se convirtió en Papa emérito y fue sucedido por Francisco.