Cuando el cuerpo y la cabeza piden un descanso urgente, no hay nada mejor que planear una escapada. Y si el plan puede combinar tranquilidad, historia y un paisaje rural auténtico, mucho mejor. Villa Lía, un rincón encantador en el Partido de San Antonio de Areco, es una de esas joyitas que tenemos a un paso de la ciudad.
Ubicada a tan solo 127 kilómetros de Capital Federal, esta escapada ofrece un viaje al pasado, con calles de tierra, almacenes de ramos generales y la calidez característica del espíritu de los primeros inmigrantes. Acá, el tiempo parece haberse detenido, regalándonos la oportunidad de vivir un fin de semana diferente.
Ideal para quienes buscan bajarse del ruido porteño, Villa Lía invita a disfrutar de caminatas sin apuro, paseos en bicicleta y tardes de charla en alguna vereda soleada. Una escapada perfecta para recargar energías, conectarse con la historia y volver con el alma un poquito más liviana.
Un pueblo donde el tiempo se detuvo
Con apenas 1200 habitantes y solo una calle asfaltada, Villa Lía mantiene intacto el espíritu de comienzos del siglo XX. Su origen se remonta a la expansión del Ferrocarril Central Córdoba, cuando las tierras de la estancia de Doña Lía Rodríguez de las Carreras dieron lugar a la formación de este pequeño pueblo.
Los rastros de aquellos inmigrantes que forjaron su identidad siguen presentes, especialmente en el Museo y Centro Cultural "Los Rostros de la Pampa", donde objetos y fotografías cuentan la historia de los primeros pobladores. No faltará quien, aún sin conocerte, te salude al cruzarte en la calle, en un gesto típico de la hospitalidad de campo.
Qué hacer en tu escapada a Villa Lía
Para aprovechar la escapada al máximo, nada mejor que alojarse en una de sus casonas antiguas, o reservar en lugares con encanto como la Casa Bellavista, una hermosa residencia colonial de 1928. Tranquilidad, caminatas, tardes de plaza y cielos estrellados te van a hacer olvidar cualquier estrés.
Una visita obligada es la Capilla San José, construida en 1929 por Don Mariano Ustariz en memoria de su hijo. Y no podés perderte los históricos almacenes de ramos generales, como el de "Pascual" o el de "Caunedo", donde el tiempo se mide en anécdotas y copas de aperitivo.
Estación Villa Lía: un viaje en el tiempo
La antigua estación de tren, habilitada en 1909, es otra postal imperdible de esta escapada. Parte de la historia del Ferrocarril Central Córdoba, la estación fue testigo del crecimiento del pueblo y del paso de generaciones de vecinos que dependían del tren para sus cosechas, viajes y sueños.
Aunque hoy el tren ya no pasa como antes, la estación mantiene su estructura original y es uno de esos lugares que invitan a imaginar cómo era la vida rural hace más de un siglo.
Un rincón para volver
Ya sea para una salida de fin de semana o una mini-vacación improvisada, Villa Lía es una escapada que enamora. Su ritmo pausado, su gente amable y sus paisajes sencillos pero cautivadores la convierten en un destino ideal para quienes buscan desconectar de verdad.
Así que ya sabés: si el cuerpo te pide una pausa y el alma un poco de historia viva, armá el bolso y regalate una escapada a Villa Lía este fin de semana largo. Seguro vas a querer volver.
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