Esperando la carroza, dirigida por Alejandro Doria, se estrenó el 6 de mayo de 1985 en el famoso cine Atlas Lavalle. En su momento, se la calificó como una película apta para mayores de 18 años y la repercusión en la crítica no fue buena. La película, en realidad, fue una adaptación de la obra de teatro uruguaya homónima de Jacobo Langsner. En el país vecino tampoco tuvo una buena repercusión; la tildaron de frívola e irrespetuosa contra "las buenas costumbres" de la sociedad rioplatense.
La película narra el caos de la familia Moscardi, que se bate en una pelea entre tíos y nietos desde la casa Moscardi, ubicada en el barrio de Versalles, para decidir quién se hará cargo de la abuela de familia, Mamá Cora (Gasalla) y pasará a convivir con ella. En medio de las discusiones de la reunión familiar de domingo al mediodía, un llamado avisa a la familia sobre la posible muerte de Mamá Cora y ahí el grupo familiar pasa del desdén y hartazgo por la vejez de la abuela a expiar culpas y tratar de dar con una explicación certera sobre su final.
5 razones por las que vale la pena volver a ver Esperando la carroza
1. Recordar a Gasalla a poco más de un mes de su muerte
Antonio Gasalla, el actor que encarnó el personaje de Mamá Cora alrededor del que gira la película, falleció a los 84 años el 18 de marzo de 2025. Su fallecimiento se dio después de una desmejoría paulatina en su salud física acompañada por una enfermedad de base, la demencia senil, que lo llevó a sufrir una afección respiratoria que lo obligó a internarse el 04 de marzo en el Sanatorio Otamendi. A esto se le sumó una afección gastrointestinal para la que necesitó un botón gástrico. 10 días después fue dado de alta y regresó a la institución psiquiátrica donde vivía. Finalmente, falleció por un cuadro de gripe que derivó en neumonía.

2. Es una joya del cine nacional que perdura hasta hoy
Simplemente, es la película de comedia argentina que se ganó, por lo completa y buena que es, ser la referencia para las demás producciones y ser recordada por más de una generación. Su atemporalidad viene del buen trabajo con la elaboración de los personajes. Una comedia precisa de crear caricaturas, es decir, estereotipos, no personas reales, sino versiones mayestáticas y excesivas que destaquen determinadas características más grotescas.
Y cada personaje, en Esperando la carroza, es memorable. Mamá Cora interpretada por Gasalla; Elvira, interpretada por China Zorrilla; Antonio Musicardi, interpretado por Luis Brandoni, Nora; interpretada por Betiana Blum; el tío borracho, interpretado por Enrique Pinti; por nombrar solo a algunos, tiene frases y características individuales tan bien delimitadas que perduran en la memoria.
Otra buena razón es su casting de lujo: Doria consiguió contratar a actores consagrados, figuras de renombre que en el momento estaban, además, en la cresta de la ola.

3. Una radiografía de la clase media argentina del siglo XX
Una comedia bien lograda, además de crear personajes memorables y bien identificables, tiene que lograr captar la hipocresía y las contradicciones del grupo humano que retrata. Esperando la carroza es una película que capturó a la perfección la idiosincrasia de una fracción de clase media del siglo XX marcada por la amenaza de caer en la pobreza y en búsqueda constante de ascenso social -la fascinación con Antonio y Nora viene de ahí-.
La película jugó con retratar el orgullo por la ascendencia europea, lo más bajo del odio de clase, las intrigas familiares de celos e infidelidad que tanto explotaron los melodramas, la familia extendida que convive en una casa chorizo y hasta las comidas típicas de las familias clasemedieras de fin de siglo pasado, como el flancito y los ravioles; todas marcas que hicieron que los espectadores se pudieran sentir identificados y, mejor aún, se pudieran reír de sus miserias.
Todo construido sumándole mensajes que resonaron en términos políticos: Esperando la carroza se estrenó a dos años de la vuelta a la democracia y el personaje de Antonio, caracterizado por Brandoni, resonó como un empresario posiblemente ligado al exgobierno militar que no podía explicar cómo se enriqueció tan rápido.
4. Una película que se convirtió en meme
Gracias a su éxito por todas estas razones, la película trascendió generaciones y el trabajo perfecto de guión dejó frases célebres como "Yo hago puchero, ella hace puchero, yo hago ravioles, ella hace ravioles" o "tres empanadas" que se siguen recordando en forma de meme, para explicar algo de la realidad Argentina de hoy.
5. Aprovechar la oportunidad para verla en pantalla grande
Esperando la carroza se reestrena en cines por los 40 años de su estreno inicial. La película se proyectará, remasterizada, a partir del 8 de mayo de 2025 en las salas de Cinépolis, pero se espera que se sumen más salas en todo el país.