Si buscás una receta fácil, rendidora, rica y con historia, la sopa paraguaya es una gran opción para sumar a tu cocina. A pesar de su nombre, no se toma con cuchara: es una especie de torta salada a base de harina de maíz, cebolla y queso que se puede comer caliente, tibia o fría. Ideal como plato principal, guarnición o incluso picada.
Este clásico del recetario guaraní traspasó fronteras y hoy forma parte también de la cocina del Litoral argentino. Es habitual en asados, reuniones familiares y celebraciones, por su sabor reconfortante y su versatilidad. La influencer Paulina Cocina compartió su versión casera, práctica y con mucho sabor, perfecta para tener lista en la heladera y disfrutar durante toda la semana.
En esta nota, te contamos cómo hacer sopa paraguaya en cinco pasos, con ingredientes accesibles y un resultado que siempre deja bien parado a quien la cocina. Además, te contamos su historia para que conozcas el origen de este plato tan querido en Paraguay… y más allá.

Ingredientes (para una fuente grande)
- 300 g de harina de maíz fina (no polenta)
- ½ litro de leche
- 3 cebollas grandes
- 4 huevos
- 400 g de queso que se derrita (cremoso, mozzarella, etc.)
- 1 cdita. de orégano
- Sal, pimienta y aceite
Receta de sopa paraguaya en 5 pasos
1. Rehogar las cebollas
Cortar las cebollas en tiras finas y rehogarlas en un poco de aceite hasta que estén blandas pero sin llegar a transparentarse del todo. Esto realza su sabor sin que desaparezcan en la mezcla.
2. Batir huevos y agregar leche
En un bol grande, batir los huevos hasta integrarlos bien. Luego sumar la leche y seguir batiendo.
3. Incorporar la harina de maíz
Añadir la harina de maíz en forma de lluvia, batiendo constantemente hasta lograr una mezcla homogénea y sin grumos.

4. Sumar cebollas, condimentos y queso
Agregar las cebollas rehogadas, salpimentar y añadir orégano. Luego, incorporar el queso en cubos, mezclando suavemente con cuchara para que no se rompa.
5. Hornear y servir
Volcar la preparación en una fuente para horno previamente aceitada. Cocinar a horno moderado por 30 a 40 minutos, hasta que esté dorada por arriba. Dejar entibiar, cortar en porciones y ¡a disfrutar!
¿Cómo se come la sopa paraguaya?
Una de las mejores cosas de la sopa paraguaya es que se adapta a cualquier momento del día. Caliente, es un excelente almuerzo junto a una ensalada o como guarnición. Tibia, va muy bien con un mate o una limonada. Y fría, es perfecta para picar de la heladera o servir en cubitos como parte de una picada.
Algunos fanáticos, como Paulina Cocina, recomiendan recalentarla en plancha o sartén para que quede crocante por fuera y con esas “rayitas” tentadoras. Lo cierto es que es una receta que no falla y rinde muchísimo.

Un poco de historia: origen guaraní y tradición jesuítica
La sopa paraguaya es una creación mestiza que nace del cruce entre la cocina guaraní y la influencia de los misioneros jesuitas en Paraguay. A pesar de su nombre, nunca fue líquida: su consistencia es firme, como un bizcochuelo salado, y siempre estuvo pensada para ser horneada.
Se trata de un plato identitario, presente en todo tipo de celebraciones paraguayas, desde cumpleaños hasta casamientos. Con el correr del tiempo, se fue adoptando también en provincias argentinas como Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco, donde comparte protagonismo con chipás y mbejúes.
Hoy, gracias a cocineras y divulgadores, la sopa paraguaya se sigue transmitiendo, reinventando y disfrutando en muchas mesas rioplatenses. Y vos, ¿ya la probaste?