La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Salmonella Typhi. Se transmite, principalmente, a través del consumo de agua o alimentos contaminados con materia fecal. Si bien es más frecuente en zonas con problemas de saneamiento, puede presentarse en cualquier contexto donde las condiciones higiénicas sean deficientes.
Los síntomas habituales incluyen fiebre alta y persistente, dolor de cabeza, debilidad general, dolor abdominal, vómitos, diarrea o estreñimiento, y en algunos casos, una erupción cutánea. También es común que los pacientes experimenten pérdida de apetito y dolores musculares.
Una característica relevante de esta enfermedad es que las personas infectadas pueden seguir eliminando la bacteria por sus heces durante semanas o incluso meses, por lo que las medidas de higiene y aislamiento en la manipulación de alimentos son fundamentales para cortar la cadena de transmisión.
El tratamiento se basa en antibióticos y reposo, pero en ausencia de atención médica, la fiebre tifoidea puede derivar en complicaciones graves e incluso la muerte.
Confirman casos de fiebre tifoidea en el AMBA
Las autoridades sanitarias encendieron las alarmas ante un posible brote de fiebre tifoidea en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En el Hospital Ramón Carrillo de Ciudadela se confirmaron al menos 10 casos, mientras que otros tres permanecen en estudio. Además, se investiga la muerte de una mujer ocurrida el pasado 17 de abril, familiar directa de dos pacientes infectados.

Todos los casos confirmados pertenecen a vecinos que viven en dos edificios ubicados en la misma cuadra, los cuales compartirían agua de pozo. Uno de estos inmuebles habría sido ocupado de forma irregular y no está conectado a la red de agua potable, lo que refuerza la hipótesis de una posible contaminación del agua como fuente de contagio.
El último brote confirmado de fiebre tifoidea en Argentina había sido registrado en 2004. Actualmente, la situación en Ciudadela es monitoreada de cerca por las autoridades, quienes trabajan para identificar la fuente de infección, contener la propagación y reforzar las medidas preventivas en la zona.