Las empanadas fritas son una de esas delicias criollas que jamás fallan: crocantes por fuera, jugosas por dentro, y perfectas para compartir en cualquier reunión. En Buenos Aires, son un clásico que se cuela en cumpleaños, picadas, ferias y hasta en reuniones improvisadas con amigos. Hoy te traemos una versión fácil y rendidora para que te animes a prepararlas en casa, sin necesidad de ser un chef profesional ni de tener ingredientes exóticos.
Lo mejor de esta receta es que se adapta a todos los gustos: puede llevar carne picada, pollo desmenuzado, jamón y queso o incluso rellenos veggies que no tienen nada que envidiarle a los tradicionales. Además, al ser fritas, tienen esa textura dorada y crocante que las hace irresistibles. Es una receta ideal para quienes buscan sabor y practicidad en la cocina.
Y como no todo en la cocina tiene que ser complicado, esta receta de empanadas fritas se destaca por su simpleza. Con unos pocos pasos y algo de maña, vas a poder servir una tanda de empanadas calientes y humeantes, perfectas para acompañar con una salsita picante, una buena cerveza o una gaseosa bien fría.
Una historia que se fríe en nuestras raíces
Las empanadas fritas tienen un lugar especial en la historia gastronómica argentina. Aunque en muchas provincias se las prepara al horno, la versión frita se hizo fuerte en el conurbano y en varios barrios porteños, donde la fritura le aporta ese toque callejero, sabroso y popular. Su origen se remonta a los tiempos coloniales, cuando las masas rellenas ya eran parte de la cocina cotidiana, pero fue con el paso de los años y el ingenio criollo que se convirtieron en las favoritas de muchos hogares.
Rellenos para todos los gustos (y todos los bolsillos)
Una de las grandes ventajas de las empanadas fritas es su versatilidad. Podés hacerlas de carne cortada a cuchillo, con cebolla y huevo duro; de pollo condimentado con ají molido y pimentón; o de jamón y queso para los más clásicos. Si preferís opciones sin productos de origen animal, hay variantes riquísimas con espinaca y tofu, lentejas especiadas, soja texturizada o calabaza con cebolla caramelizada. Todas funcionan perfecto con la fritura, que resalta los sabores y le da ese dorado tentador.
Cómo preparar empanadas fritas paso a paso
- La masa: Podés usar tapas compradas, pero si te animás, hacela casera con harina, sal, agua tibia y grasa o aceite.
- El relleno: Elegí tu variante favorita y cocinalo previamente. El relleno debe estar frío al armar las empanadas.
- El armado: Rellená cada tapa, cerralas con un buen repulgue y asegurate de que estén bien selladas para que no se abran en el aceite.
- La fritura: En una olla con aceite caliente, freí las empanadas hasta que estén doradas. Escurrilas en papel absorbente y listo.
¿Con qué acompañar las empanadas fritas?
Las empanadas fritas se lucen solas, pero si querés subir la apuesta, acompañalas con limón, una salsa criolla, un chimichurri suave o una salsita picante casera. Para tomar, una cerveza artesanal, una limonada casera o un buen vino tinto van como piña. También podés servirlas con una ensalada fresca si querés equilibrar un poco.
En definitiva, las empanadas fritas son un clásico que no pasa de moda. Económicas, fáciles de hacer y llenas de sabor, son una gran opción para cualquier ocasión. Animate a probar esta receta y disfrutalas.
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