A solo dos horas de la Ciudad de Buenos Aires, este lugar se posiciona como una joya turística fuera del radar que ofrece playa, camping y naturaleza para disfrutar del descanso en familia o con amigos en una escapada.
Si estás buscando un destino cerca de Buenos Aires, pero alejado del bullicio urbano, Atalaya, en la provincia de Buenos Aires, es una excelente opción.
Este pequeño pueblo costero, ubicado a orillas del Río de La Plata, combina historia ferroviaria, naturaleza y opciones recreativas que lo convierten en un lugar ideal para una escapada de fin de semana.

Escapada: ¿Qué hacer en Atalaya?
Una de las principales atracciones de Atalaya es su antigua Estación de Tren, inaugurada en 1893 como parte del recorrido del Ferrocarril General Roca. Aunque dejó de funcionar en 1979, hoy ha sido reconvertida en una Delegación Municipal donde se organizan actividades culturales y recreativas para toda la comunidad.

La Costa Atlántica es otro de los grandes atractivos del lugar. Las playas públicas con acceso gratuito son ideales para pasar el día tomando mate, jugando con los chicos o simplemente relajándose frente al río. Además, hay balnearios privados que ofrecen comodidades como baños, parrillas y locales de comida.
Para quienes buscan una experiencia más cercana a la naturaleza, el camping municipal es una opción muy popular entre los jóvenes. Allí se puede acampar, alquilar cabañas, usar parrillas y disfrutar de la pesca recreativa en el Arroyo Buñirigo o el propio Río de La Plata. También se encuentra el Yacht Club Atalaya, que ofrece cursos de navegación y actividades náuticas durante todo el año.
¿Dónde queda Atalaya y cómo llegar?
Atalaya se encuentra al este de la provincia de Buenos Aires, muy cerca de Magdalena. Está delimitado al norte por La Balandra y al sur por Punta Indio.

El acceso es sencillo: desde la Ciudad de Buenos Aires se debe tomar la Autopista Buenos Aires - La Plata, atravesar la ciudad de La Plata y luego continuar por la Ruta Provincial Nº 11 hasta llegar al pueblo.
Aunque muchos lo conocen como una parada clásica en viajes por ruta, Atalaya es mucho más que eso. Su entorno natural, su historia y sus variadas propuestas lo convierten en una escapada perfecta para quienes buscan desconectarse sin alejarse demasiado de la ciudad.