El 9 de mayo se celebra en Rusia el "Día de la Victoria", llamado así por el triunfo de la Unión Soviética sobre los nazis en 1945. Para esa fecha el Ejército Rojo ya habían tomado Berlín, mientras que las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña avanzaban desde el oeste.
El 8 de mayo a las 22:43 (hora Europa Central), se determinó la rendición incondicional de la Alemania Nazi. Sin embargo, debido a la diferencia horaria, en Rusia eran las 00:43 del 9 de mayo al momento de la firma.
La rendición presentó la particularidad de entregarse en dos actas distintas. Una de ellas, se firmó en la ciudad francesa de Reims el 7 de mayo (8 de mayo en Europa Central). Allí, los aliados recibieron el acta de la Wehrmacht (el nombre que adquirieron las fuerzas durante la alemania nazi) con la firma de Alfred Jodi, jefe del Estado Mayor alemán, en representación del presidente alemán Karl Dönitz (Adolf Hitler se había suicidado el 30 de abril de ese año), en el que se dejaba expreso que todas las fuerzas del bando alemán dejarían de operar al cierre del día siguiente.
El acta de rendición se había entregado en el lado occidental de Europa. Si bien no hacía distinción contra los Aliados Occidentales o contra los soviéticos, el acta sólo se presentó ante las fuerzas británicas y estadounidenses, lo que derivó en que desde la Unión Soviética se reclamara también la capitulación del Wehrmacht ante el Ejército Rojo.
Justamente, el gobierno soviético presentía la importancia simbólica del momento histórico y exigió una ratificación de la rendición de Reims. Por ello, antes de la medianoche los máximos jefes de las fuerzas alemanas fueron llevadas a Berlín, donde firmaron un documento similar en el cuartel general soviético, rindiéndose explícitamente ante la URSS. Dicho acta fijaba a las tropas alemanas la rendición a la misma hora y fecha que el documento firmado en Reims, poniéndole fin definitivamente al combate contra la Alemania Nazi. El Imperio japonés se rendiría recién en agosto, lo que marcaría el final de la II Guerra Mundial.
Mientras existía la Unión Soviética, el Día de la Victoria comenzó a celebrarse a partir de 1946 en los estados de la Unión y fue introducida en el resto de los países del Bloque del Este en los años sucesivos. La conmemoración contaba con extensos desfiles militares en donde se ostentaba del poderío militar soviético.
A principios de los años 90, tras la disolución de la URSS, el Día de la Victoria dejó de celebrarse masivamente ya que las típicas manifestaciones con estilo soviético no cuajaban con las formas del gobierno liberal de Boris Yeltsin. Con la llegada de Vladimir Putin al poder, el Día de la Victoria volvió a celebrarse en Rusia, con el objetivo de reanimar el autoestima nacional, y retomando los típicos desfiles militares.
El Día de la Victoria tras el inicio de la guerra con Ucrania
Con el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero de 2022, el gobierno ruso aprovechó las celebraciones del Día de la Victoria para reivindicar el papel del las fuerzas armadas en el conflicto con el país vecino.
“Todo el país, la sociedad y el pueblo apoyan a los participantes en la operación militar especial”, declaró Vladimir Putin en el desfile de este año, que contó como es de costumbre, con la presencia de tanques y misiles.
Por su parte, desde Ucrania acusaron a Putin de "jugar con la memoria" de aquella fecha. Así lo determinó el jefe de la diplomacia ucraniana, Andriy Sybiha, quien declaró que el presidente ruso no tiene "ningún derecho" a "monopolizar" la memoria de la 2° Guerra Mundial.
Por su parte, el profesor del departamento de Estudios Políticos de la Universidad Icesi en Cali, Colombia, Vladimir Rouvinsk, consideró que Putin busca "apropiarse" de dicha la fecha para construir "puentes" entre la Rusia actual y el antiguo poderío Soviético.
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