La soja tuvo su día de fiesta en el Mercado de Chicago, la plaza bursátil de referencia a nivel mundial para los commodities agrícolas. Es que la tregua comercial temporal entre Estados Unidos y China y un informe positivo del Departamento de Agricultura del país norteamericano (USDA) para la oleaginosa hizo que los precios volaran y superaran el umbral de los US$ 390 la tonelada.
Así, el valor del contrato de mayo escaló 2,10% (US$ 8,08) hasta los US$ 391,69 la tonelada, mientras que el de julio lo hizo por 1,85% (US$ 7,17) para cerrar a US$ 393,62 la tonelada.
Sus subproductos también tuvieron una jornada positiva, con un alza en el aceite del 2,78% (US$ 29,54) hasta los US$ 1.091,05 la tonelada, a la vez que la harina avanzó 1,35% (US$ 4,30) y cerró a US$ 320,88 la tonelada.

La razón fundamental fue la baja arancelaria recíproca por 90 días que acordaron Estados Unidos y China. De esta manera, el país comandado por Donald Trump redujo la alícuota del 145% al 30%, mientras que el gigante asiático pasó a establever un derecho de importación del 125% al 10%.
"Como primera valoración, el acuerdo resulta bastante mejor que lo previsto por los operadores y, evidentemente, muy distinto a lo augurado el viernes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sus redes sociales, cuando escribió: '¡Un arancel del 80% a China parece correcto!', explicaron los analistas de la corredora Granar.
No obstante, los especialistas aclararon que "este no es el fin de la segunda guerra arancelaria entre estos países. En esta pausa, que se suma a la otra pausa abierta en abril con el resto de los países afectados por los aranceles recíprocos, deberán zanjarse muchas diferencias entre las dos principales potencias globales".
Más soja en Estados Unidos
Por otro lado, el informe mensual de oferta y demanda global de granos (Wasde, por sus siglas en inglés) elaborado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), elevó de 49,67 a 50,35 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones estadounidenses de soja y recortó de 10,21 a 9,53 millones de toneladas la previsión sobre las existencias finales, contra los 10,04 millones calculados por los privados.

Este dato fue central para darle un impulso extra a la oleaginosa, que si bien sus precios ya no se encuentra en niveles de principio de año, cuando rondaba los US$ 350 la tonelada, todavía presenta valores históricamente bajos.